El broche de una generación mágica

El broche de una generación mágica
El cuadro dirigido por Cristóbal Borrero posa antes de arrancar el primer encuentro liguero, en casa del Marchena. - Fran Delgado
Fran DelgadoFran Delgado4 min lectura
Sólo dos derrotas en 34 partidos, 92 goles a favor y un total de 82 puntos para lograr un ascenso histórico a Liga Nacional. Son los espectaculares números del primer juvenil de la Rociera, hornada que, encabezada por el míster Cristóbal Borrero, ha completado en la recién concluida temporada de Segunda Andaluza (antigua Preferente) un trienio mágico: tres ascensos consecutivos desde Cuarta Andaluza para llevar al club nazareno a competir por primera vez a nivel andaluz con un conjunto de fútbol base.

“Una temporada casi perfecta, ha sido magnífica”, afirma el técnico. Sólo el Sevilla FC, campeón, ha sido capaz de superar a los nazarenos, únicos verdugos de los blanquirrojos.

A inicios de la temporada 16/17, Cristóbal Borrero se embarcaba en la aventura de construir un conjunto: “El primer curso fue la sorpresa; hacer un equipo nuevo y ser campeón de tu grupo… Fue el pistoletazo de salida de este bloque. Había que aprovechar la generación y hemos sido capaces de ello”.

Dos años y medio después aquel bloque que se edificó ha tocado la cima. Cuestionado por la clave del éxito de su equipo, Borrero destaca el compromiso de los jugadores: “Ha habido muchísimo trabajo. El compromiso que ha adquirido el futbolista con el club, el equipo y el cuerpo técnico ha sido determinante”. Dos rachas han marcado la temporada nazarena: trece partidos sin caer en el comienzo y diez fechas sin claudicar en el epílogo. Entre ambas, el envite que marcó la campaña.

“Después de perder nuestro primer encuentro -ante el Écija-, dimos un golpetazo en la mesa ganando al Utrera, nuestro máximo rival”, afirma un entrenador que, a pesar de ser un recién ascendido, tenía claro el objetivo: “Cuando hicimos la planificación sabíamos que íbamos a estar en la parte alta de la clasificación”.

Los caminos de Cristóbal Borrero y de la mayoría de los que han sido sus pupilos durante los últimos tres cursos se separarán. Por el momento, el legado del bloque es situar a la Rociera en Liga Nacional, pero el míster lo tiene claro, el futuro del club auriazul pasa por esta hornada: “Es el futuro del club. Si la gestión es la correcta, estamos hablando de que tendríamos un equipo sénior con muchas aspiraciones y con ambición”.

Al respecto, la intención de la entidad es crear un sénior B con el fin de dar cabida a todos los futbolistas que no puedan subir al primer equipo, conjunto en el que ya han debutado Adrián Colo, Pablo Ríos, Alejandro Rico, Pablo Rodríguez y el arquero Miguel Castillo. Antes de finalizar, Borrero esboza el plan de la Rociera con respecto al nuevo estatus de su juvenil.

“El club va a apostar por ella. No es un proyecto del momento, sino para consolidarlo, de futuro. El plan es firme, la idea es que esta categoría nos dure lo máximo posible. Es un colchón a la hora de poder abastecer al sénior, que realmente es el objetivo. Así, el salto no será tan grande”, relató el máximo responsable técnico auriazul.