Manuel Pozo ha puesto en orden el Dos Hermanas.
El entrenador rojiazul frenó la caída libre que había tomado el primer equipo en las últimas temporadas, y cuando la Primera Sénior asomaba a mediados de campeonato, su llegada fue el necesario punto de inflexión de un club histórico que quiere reverdecer viejos laureles.
“Se perdió la credibilidad, pero ahora hay mucha ilusión”, declaró un renovado Manuel Pozo, que pese a su buen trabajo no quería dar nada por cerrado: “Hoy en día los éxitos no te garantizan seguir. Basta con mirar a Bayern Munich y Chelsea; han ganado títulos y sus entrenadores no han seguido”.
No obstante, la coyuntura en el Miguel Román es diferente. Se han sentado las bases de un ilusionante y pujante proyecto que confía en situar de nuevo al Dos Hermanas en la elite provincial.
“Tanto la directiva como yo estábamos muy satisfechos y contentos. Hacía tiempo que no me encontraba con un club tan serio. Así que ahora toca levantarse; hay un gran proyecto, cien por cien nazareno”, declaró. A la espera de ir concretando los fichajes, Pozo tiene claras las directrices que va a marcar. “Tengo muchas cosas en la cabeza. Comenzaremos la pretemporada el 29 de julio y quiero un número limitado de jugadores; no quiero probar a nadie a mediados de agosto.
Quiero a la gente metida desde el primer día y remando en el mismo barco”, dijo.
El técnico rojiazul quiere continuar impregnando del sello nazareno al primer equipo. “
El compromiso es fundamental. Quien firme por este equipo se tiene que sentir orgulloso de pertenecer al Dos Hermanas. Quiero compromiso y responsabilidad. El que quiera jugar con este equipo va a estar con todas de la ley”, aseguró el entrenador de un Dos Hermanas que finalizó el viernes los entrenamientos.