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Huesca, el grito de reivindicación de "Rubi"

Huesca, el grito de reivindicación de "Rubi"
Huesca, el grito de reivindicación de "Rubi"
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura

Huesca, 24 may (EFE).- Huesca ha sido la reivindicación para Joan Francesc Ferrer "Rubi". El entrenador catalán ha hecho historia esta temporada al lograr el ascenso a Primera del conjunto oscense, lo que nunca antes había logrado nadie, y su éxito le aleja de los fantasmas de aquellos descensos que sufrió con el Sporting de Gijón y con el Levante.

La trayectoria de "Rubi" (48 años) es larga y tiene altibajos, lo que no ha manchado su prestigio. Los que le conocen bien destacan de él su profesionalidad, método y personalidad.

Hasta llegar a Huesca había saboreado amarguras porque, aparte de los descensos, se había quedado a las puertas de Primera en los playoffs con el Valladolid y con el Gerona.

En un mundo tan dependiente del estado de ánimo como el fútbol, la llegada de "Rubi" al Altoaragón, en sustitución de Anquela, generó dudas en algunos sectores. Además, al cabo de las cinco primeras jornadas, el equipo sumó solo cinco puntos, un bagaje escaso para las expectativas que había al comienzo del campeonato.

Porque Anquela dejó al Huesca en la orilla del ascenso (le derrotó el Getafe) y el club había reforzado cada línea con un jugador importante.

A partir de la sexta jornada, y contando con jugadores que en la anterior campaña ya habían dado buen rendimiento, "Rubi" comenzó a dar con la tecla y el conjunto altoaragonés escaló y escaló posiciones hasta proclamarse campeón de invierno.

Fue un viaje meteórico porque, tras una veintena de jornadas al frente de la tabla, llegó a crear una ventaja de 11 puntos sobre el tercer clasificado, lo que a la espera de la segunda vuelta de la Liga 123 le permitía soñar con el ascenso automático.

La SD Huesca era entonces la revelación de la temporada; todas las miradas apuntaban a la capital oscense.

Llegó entonces una mala racha, coincidiendo con algunas lesiones y sanciones. El equipo atravesó dos meses sin ganar un partido, desde el 16 de febrero hasta el 16 de abril. "Rubi" nunca se mostró nervioso.

La situación no fue fácil, aunque, gracias a la renta de puntos que había cosechado, el Huesca "solo" salió de los dos primeros puestos, los que dan el ascenso directo.

Es indudable que la calma que transmitió entonces el entrenador "catalán", su confianza en la plantilla, caló en los estamentos del club, sobre todo en los jugadores. Ellos tampoco bajaron los brazos.

Quizá esa confianza de doble dirección es la que propició que el Huesca regresara a la senda de la victoria a lo grande: ganando cinco partidos seguidos, lo que le ha llevado a lograr ya el ascenso, a falta de dos jornadas.

"Rubi" ha contado principalmente con doce o catorce jugadores durante toda la temporada, aunque ha tenido que echar mano de otros debido a distintas vicisitudes, especialmente las lesiones. Todos le han respondido muy bien, y al margen de los resultados, el equipo daba la sensación de que su juego seguía sólido.

Haciendo gala de la fama que le precedía, el catalán ha sido toda la temporada un entrenador muy trabajador, meticuloso, estudioso, y sobre todo, fiel a su cuerpo técnico y a los jugadores. Esa capacidad de trabajo, de estudio de la propia plantilla y de las rivales, le permitía, por ejemplo, introducir en cada partido alguna novedad en la alineación para intentar sorprender al adversario.

"Rubi", además, ha sido un entrenador muy discreto. No ha pisado charcos mediáticos y no ha dado nunca pistas sobre el diseño de los partidos.

Su presente es la gloria del ascenso con el Huesca, pero su futuro es una incógnita. Parece difícil que siga aunque en el club oscense quieren que continúe más tiempo.

Públicamente no ha dicho nada ni ha lanzado señales, leal a su discreción, pero todo hace indicar que "Rubi" dirigirá a otro equipo la temporada que viene, quizá el Espanyol de Barcelona.

Martín Pena