Hasta la llegada del derbi, Lo Celso ha disfrutado mucho más que sufrido desde su aterrizaje en el Betis, convirtiéndose, de lejos, en el futbolista más determinante de Pellegrini, con cinco goles y un peso fundamental para el fútbol verdiblanco.
Ausente por precaución y de cara al duelo cainita en Legia, el futbolista bético se llevó ante el Sevilla su primera gran decepción en su segunda etapa como verdiblanco y quedó en evidencia su profundo sentimiento bético y su competitividad.
Y es que el rosarino no pudo esconder su cabreo por la derrota tras el partido y lo escenificó con una reacción promovida por la impotencia de haber caído ante el eterno rival y posiblemente por la decisión del árbitro de señalar penalti por manos de Diego Llorente, lo que resultó determinante.
Lo cierto es que al terminar el encuentro se le vio muy enfadado y lo pagó, como recoge El Desmarque, con el más inesperado, el entrenador del Sevilla, Xavi García Pimienta. Así, a la conclusión del derbi, el preparador sevillista, en un gesto de deportividad, se adentró en el terreno de juego para saludar a los futbolistas verdiblancos y se topó con una actitud beligerante del centrocampista verdiblanco, cuyos gestos y sembante dejaban a las claras que le estaba reprochando algo. De hecho, volcó su enfado contra el catalán, con aspavientos, y durante unos minutos hubo una especie de discusión entre ellos.
El extécnico nervionense parecía defenderse de las 'acusaciones' con gestos como el de señalarse a sí mismo, en lo que fue un capítulo que no fue más allá, pero que resultó tremendamente significativo. Acto seguido, Pimienta continuó con su ronda de saludos con Héctor Bellerín.
Era la consecuencia de la frustración de Giovani Lo Celso, que, posiblemente, firmó ante los sevillistas su peor partido desde que arribó en el Benito Villamarín, pues había elevado muy alto el listón. No en vano, el argentino fue de los más se dejó ver, trató de echarse al equipo a la espalda y lo intentó con varios disparos, pero no recibió el acompañamiento necesario para que sus intenciones dieran resultados.
Lo Celso lo percibió y no fue capaz de ocultar su enfado una vez que el colegiado Martínez Munuera confirmó la derrota del Betis en el primer derbi de la temporada en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Un cabreo que denota que le duele el escudo y caer ante el eterno rival.