La
probable disolución del Xerez se ha convertido en una especie de
huida hacia delante por parte de los actuales dirigentes de la entidad que, aunque por el momento
sólo tratan de ganar tiempo, se están encontrando con diversos
apoyos por parte de diferentes estamentos -leáse
LFP, AFE e incluso CSD-, que postergan a la próxima semana la solicitud al Juzgado de lo Mercantil de esta tamaña decisión.
La única solución sigue pasando por una ampliación de capital, posibilidad más que remota dada la desastrosa gestión económica actual que tanto desanima a posibles (y valientes) inversores. Así, para evitar la disolución,
el club sigue confiando en que el Ayuntamiento de Jerez finalmente acceda a otorgar una
subvención de dos millones de euros recogida en el convenio, algo que, hoy por hoy, se antoja
muy complicado ya que el consistorio considera que existen
incumplimientos por parte del Xerez en este convenio en conceptos publicitarios (en televisión, videomarcador del Chapín y en el propio estadio) así como en la explotación de los bares instalados en el coliseo xerecista. Es la principal divergencia entre Xerez y Ayuntamiento, aunque existen otras concernientes al momento de entrada en Ley Concursal del club, que defiende que, cuando esto se produjo, el Ayuntamiento no se personó como acreedor.
El caso es que en este tira y afloja, la buena noticia para el Xerez es que LFP, AFE y CSD se han puesto de su parte, por lo que puede darse el caso de que estos estamentos intercedan ante Hacienda y logren desbloquear la situación. Ahora bien, esto sólo serviría para ganar tiempo.
El Xerez sigue manteniendo una
deuda que, desglosada entre Hacienda, IRPF e IVA ,
asciende a unos 2.192.861 euros como mínimo pues no se tienen en cuenta posibles multas y recargos por impago, por lo que la tesitura sigue siendo no caótica, sino sinónimo de quiebra. No obstante, el pequeño consuelo que encuentra el xerecismo en estos momentos es el apoyo que está encontrando dentro del mundo del fútbol.