José Antonio Rivero3 min lecturaEl Papa Francisco, que tenía previsto retomar su agenda después de un parón por los ejercicios espirituales propios de la Cuaresma, se ha visto obligado a cancelar todos sus compromisos debido a una leve gripe que le ha afectado. La oficina de prensa del Vaticano informó sobre esta situación, indicando que la cancelación de las audiencias era una medida de precaución ante su estado de salud.
El sábado por la mañana, el Papa tenía agendada una reunión con los diáconos de la diócesis de Roma, la cual tuvo que suspenderse debido a su indisposición. Esta cancelación se suma a otras citas que ya había dejado pendientes el domingo pasado para llevar a cabo los ejercicios espirituales de Cuaresma, los cuales también se vieron afectados por su problema de salud.
Tradicionalmente, el Papa solía realizar los ejercicios espirituales junto a los superiores de la Curia Romana fuera del Vaticano, en un convento reservado en la localidad de Ariccia. Sin embargo, desde el año 2020 ha optado por realizar estos retiros espirituales de manera individual. En ese año, debido a un resfriado, decidió llevar a cabo el retiro solo en el Vaticano, y las restricciones impuestas por la pandemia en los años siguientes lo llevaron a mantener esta práctica en solitario.
La cancelación de sus compromisos debido a la gripe indica la importancia que el Papa Francisco otorga a su salud y bienestar. Aunque se esperaba retomar su agenda, su estado de salud lo llevó a priorizar su recuperación y descanso. Los ejercicios espirituales, momentos de profunda reflexión y meditación, también requieren de un ambiente propicio para la concentración y el recogimiento, aspectos que el Papa valora altamente.
El hecho de que el Papa haya continuado realizando los ejercicios espirituales en solitario durante varios años refleja su compromiso con la espiritualidad personal y su adaptabilidad a las circunstancias cambiantes. A pesar de las dificultades y restricciones impuestas por la situación mundial, Francisco ha encontrado maneras de mantener viva su práctica espiritual y su conexión con Dios.
Los fieles y seguidores del Papa Francisco esperan una pronta recuperación y su pronto regreso a sus actividades habituales. Su salud es motivo de preocupación y cuidado para millones de personas en todo el mundo, y todos desean que se restablezca completamente y pueda continuar con su labor pastoral y su mensaje de amor y compasión hacia los demás.