José Antonio Rivero3 min lecturaLa música, una industria comparada a menudo con la rueda de un hámster por su inercia implacable que mantiene a los artistas en constante movimiento, lleva consigo un desgaste considerable. Antonio Orozco, reconocido cantante y compositor, ha decidido dar un paso al costado temporalmente. En una entrevista para La Razón, reveló su plan de alejarse de los escenarios y la carretera, tomando un merecido respiro de las luces brillantes y el bullicio constante.
Orozco emprende esta pausa tras el lanzamiento de su último trabajo, "La canción que nunca viste", un disco que celebra sus más de dos décadas de carrera musical. El álbum, diseñado como un punto de inflexión en su carrera, reúne una selección de canciones representativas de esta etapa y cuenta con colaboraciones de renombre, como Raphael, Pablo Alborán, Sebastián Yatra y Luis Fonsi, entre otros.
"Estoy orgulloso de esto y voy a decir hasta luego para ver qué soy capaz de escribir y de encontrar y de preparar algo nuevo", confiesa Orozco. La decisión de alejarse se presenta como un gesto audaz y "agresivo", pero lo hace con una profunda conciencia de la "responsabilidad super grande" que siente hacia su audiencia y hacia sí mismo. Reconoce la necesidad de desconectar, recargar energías y explorar nuevas facetas artísticas.
Al abordar la preocupación que sus seguidores puedan tener, Antonio Orozco destaca que estos períodos de descanso son esenciales para un compositor. "Hay un momento en la carrera de un artista que no tiene que andar demostrando muchas cosas", explica, haciendo hincapié en la dificultad de estar constantemente en búsqueda creativa. Además, comparte su anhelo de una rutina normal, de tiempo en familia y de experimentar las actividades cotidianas que todos disfrutan.
La influencia de su hija, de tan solo 2 años, juega un papel fundamental en su decisión. Expresa el deseo de una rutina más convencional y tiempo de calidad con su familia. Orozco planea retirarse a su hogar, especialmente a la habitación pegada a la de su hija. Su intención es pasar meses allí, disfrutando de momentos simples y escuchando el respirar de su hija durante la noche. Es un regreso a lo básico, una recarga necesaria para explorar nuevas notas y encontrar inspiración en la cotidianidad.
La pausa de Antonio Orozco, más que un retiro, se presenta como una paleta de colores listos para pintar nuevas melodías y escribir capítulos inexplorados en su carrera musical.