Mantener una dieta equilibrada es algo fundamental para nuestra salud y dentro de esta dieta se antoja imprescindible comer pescado, un alimento que tiene un contenido nutricional único, siendo una excelente fuente de proteínas de alta calidad.
Además, el pescado es también fuente de ácidos grasos omega-3, siendo estos beneficiosos para la salud cardiovascular y reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. Estos ácidos omega-3 también juegan un papel especialmente importante durante el embarazo y la infancia debido a los beneficios que aportan al desarrollo cerebral y visual del feto y del niño.
Entre otras cosas, se ha demostrado que el consumo regular de pescado se asocia con un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la depresión y ciertos tipos de cáncer.
El pescado también aporta una gran cantidad de vitaminas y mirales como B12, niacina, vitamina D, selenio y yodo, lo que favorece una función celular adecuada, así como la salud del sistema nervioso y la tiroides.
Pese a todos estos beneficios, no todos los pescados son iguales y hay algunos que incluso hay que evitar comer, tal y como recomiendan los médicos.