Ona Carbonell confiesa en El Hormiguero su situación más desagradable en la piscina: “Vomitas y es asqueroso”

La nadadora acudió al plató de Antena 3 para charlar con Pablo Motos de sus planes de futuro tras más de veinte años en la alta competición y sus los secretos mejor guardados

Ona Carbonell confiesa en El Hormiguero su situación más desagradable en la piscina: “Vomitas y es asqueroso”
Ona Carbonell en El Hormiguero - Antena 3
Adela RequenaAdela Requena 4 min lectura

A sus 32 años, Ona Carbonell anunció la semana pasada la decisión de poner fin a su excelente carrera deportiva. Lo hizo a través de una rueda de prensa, que tuvo lugar en la sede del Comité Olímpico Español (COE) situada en Madrid. De esta forma, la nadadora catalana echo el telón a una trayectoria plagada de éxitos, donde marcó un antes y un después para la historia de la natación sincronizada en España. Este lunes, la nadadora de natación sincronizada ha acudido al plató de El Hormiguero para sentarse a charlar con Pablo Motos.

La medallista olímpica ha explicado en el programa de Antena 3 cómo es el sacrifico que supone estar en tan alto nivel de competición. La ganadora de 90 medallas contó a Pablo Motos que ha cambiado la piscina olímpica por la de su pueblo porque no puede vivir sin agua. Eso sí, pasa menos tiempo en remojo que antes.

"La ilusión y la pasión no eran las mismas que antes. Cuando buscas la excelencia tienes que estar al 1.000 x 1.000, si no, no es justo ni para el equipo ni para ti", reveló. Y es que desde pequeña siempre tuvo claro que lo dejaría o bien por el frío, o bien por esa falta de motivación.

El presentador quiso saber cómo se había preparado para la retirada: "Hay que hacerlo cuando todavía estás en activo, hay que ir pensado en ello para que no te pille de repente", explicó Carbonell. La ex nadadora reconoció que echa de menos a su equipo y la adrenalina de la competición. "Hay que tener en cuenta que, debajo del agua, llegamos a llorar o vomitar".

Fue entonces cuando la nadadora de natación sincronizada contó que las jornadas de entreno empezaban con seis horas por la mañana a y cuatro por la tarde. "A veces solo tenías media hora para comer y pasaba lo que tenía que pasar", comentaba al presentador de Antena 3.

"Lloras de cansancio, frustración..."

Ona Carbonell contó a Pablo que ellas también lloraban debajo del agua. "Lloras de cansancio, frustración, de muchas cosas, ya que el deporte no es todo bonito. Vivimos en una sociedad de rapidez y el deporte no es así. Entrenábamos 60 horas a la semana durante cuatro años", confesó.

Pablo Motos quiso saber si era verdad que podían vomitar en la piscina. Ona confesó que "eso es cierto, vomitas y es asqueroso". La medallista confesó que muchas veces pasaba "porque comíamos en media hora y es que a mí me ha pasado. O cuando le pasaba a una compañera empujabas con las manos el agua para llevar ese vomitado al desagüe de la piscina. No es muy agradable".

No obstante, según contó Ona, la familia, sobre todo sus dos hijos de 3 años y 11 meses, también le ha tirado mucho para dejar la competición. "Me siento muy afortunada y sobre todo agradecida por haber podido decir hasta aquí", contó.