El caso de Dani Alves, quien lleva tres meses en prisión por una supuesta violación a una joven de 23 años en el baño de la discoteca Sutton de Barcelona, puede dar otro giro a través de un nuevo testimonio que se producirá hoy mismo, ya que a las 10:30 horas comparece el propio futbolista ante la titular del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona, en la Ciudad de la Justicia.
A petición propia, Alves ofrecerá una nueva declaración. El jugador, quien se encuentra en la cárcel Brians 2 desde su detención (20 de enero) y para quien la juez dictó prisión sin fianza cuando le interrogó, ha solicitado volver a dar su versión de lo sucedido ante la magistrada, en base a un artículo de la ley de enjuiciamiento criminal que permite a un investigado declarar cuantas veces crea oportunas durante su proceso penal.
El plan de Dani Alves, con la ayuda de su abogado Cristóbal Martell, es aclarar el relato que realizó sobre los hechos el pasado 20 de enero, estando entonces asesorado por la letrada Miraida Puente Wilson.
Fue aquella comparecencia la que empezó a complicar su situación –más aún–. El deportista mantuvo en aquel momento que no conocía a la víctima para posteriormente admitir que coincidió con la joven en el baño de la discoteca sin que sucediera nada entre ellos. Para acabar, cuando la jueza confrontó sus explicaciones con las pruebas biológicas, Alves volvió a cambiar de versión para señalar que la chica le había practicado una felación, de forma consentida.
Tales cambios a la hora de relatar lo ocurrido fueron justificados por Alves señalando que en primer lugar quería proteger a la joven y, posteriormente, que pretendía ocultar la infidelidad ante su esposa, la modelo Joana Sanz. Esto último no le ha servido de mucho, ya que esta última anunció el mes pasado a través de las redes sociales su intención de separarse de él tras ocho años de matrimonio.
He aquí un punto importante. Si Alves vuelve a declarar es en parte por dotar de una versión única a su defensa. Cuando presentó el recurso para salir de prisión, el deportista brasileño se aferró a la versión de que mantuvo relaciones sexuales consentidas con la denunciante, sin más concreciones. Eso podría cambiar ahora. Las pruebas de ADN demostraron que la joven tenía restos de semen de Alves en la vagina, y que por tanto la última versión del futbolista ante la jueza, era cuando menos incierta. Ésta, además, ha impedido que la defensa analice a la víctima a través de un psicólogo.
El hecho de tener diferentes versiones, y ninguna del todo completa, fue una de las causas de que la jueza le dejase en prisión sin fianza. Ahora, con este nuevo testimonio, Alves espera estar más cerca de salir de la cárcel a la espera de juicio; si bien el riesgo de fuga podría trastocar sus planes. En todo caso, parece que la defensa pedirá la puesta en libertad provisional de Dani Alves, con las medidas cautelares que la justicia considere oportunas.