Se acabó. Como su mítica canción. Demasiado pronto, porque, en este mundo de hoy, 73 años no son nada. Pero la maltrecha salud de María Jiménez, renqueante desde 2020 por una obstrucción intestinal que casi acaba con ella, la ha retirado este jueves 7 de septiembre de los escenarios de la vida. Cantante, bailaora y actriz, en su medio siglo de carrera artística sacó una veintena de discos y participó en la mitad de películas y series. Trianera de nacimiento y chiclanera de adopción, ha dicho adiós en su residencia del afamado arrabal sevillano, consiguiendo que se cumpla su última voluntad de pasear por él una última vez en coche de caballos, aunque el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha decretado que su capilla ardiente se instale en la Plaza Nueva.
Entre los muchos mensajes de recuerdo y homenaje, no podía faltar el del Real Betis, el club de sus amores. La entidad ha dedicado un precioso vídeo, con su famoso 'Verde, verde' como sintonía de fondo, para despedir a la folclórica menos folclórica de todas, un alma valiente y transgresora donde las hubo. "Tu nombre por todas partes... Descansa en paz, María", reza el mensaje en las redes sociales de la entidad heliopolitana, junto con un corazón verde y otro blanco. En el documento audiovisual, instantáneas del Benito Villamarín, aprovechando la bella canción que ella escribió e interpretó para el Centenario en 2007 y que fue incluido, claro, en el disco recopilatorio que se generó entonces.
Las alusiones en clave bética de María Jiménez han sido constantes estos años. Hace tres y medio, unos días antes de cumplir 70, reaparecía "tras regresar de la muerte", como ella misma decía con sorna, en una fiesta en la que derrochó arte a raudales. Allí estuvieron para arroparla amigos, compañeros, familiares y admiradores, entre los que se encontraba una leyenda del Betis, Joaquín Sánchez, que no quiso perderse el momento, junto a su mujer, Susana Saborido, y Marcos Álvarez, ex preparador físico de los dos clubes hispalenses, entre otros. Un momento para el recuerdo que, sin lugar a dudas, sellaba la comunión existente entre la artista nacida (y muerta) en Triana y la institución de las trece barras, que se ha acordado de ella en este triste primer jueves de septiembre.
"Verde, verde / Como los campos en primavera / Verde, verde / Como la fruta por madurar / Verde, verdeComo los sueños de La Palmera / Verde y blanco / Como el equipo de mi ciudad / Verde, verde / Como las hojas de los naranjos / Verde, verde / Como ese río que lleva al mar / Verde, verde / Como el color de la hierbabuena / Verde y blanco / Los dos colores que a mí me van.
Un siglo lleva tu historia / Escribiendo tanta gloria / que no cabe en mi sentío / 100 maneras de quererte / como siempre te he querío / Un siglo lleno de arte / Tu nombre por todas partes / tus colores son los míos / Yo te llevaré en mi alma / como Sevilla a su río.
Verde, verde / Como los trigos cuando son nuevos / Verde, verde / Como la viña y el olivar / Verde, verde / Como es el manto de la esperanza / Verde y blanco / Como el equipo de mi ciudad. Verde, verde / Como las hojas de los naranjos / Verde, Verde / Como ese río que lleva al mar / Verde, verde / Como el color de la hierbabuena / Verde y blanco / Los dos colores que a mí me van.
Un siglo lleva tu historia / Escribiendo tanta gloria / que no cabe en mi sentío / 100 maneras de quererte / como siempre te he queríoUn siglo lleno de arte / Tu nombre por todas partes / tus colores son los míos / Yo te llevaré en mi alma / como Sevilla a su río.
Un siglo lleva tu historia / Escribiendo tanta gloria / que no cabe en mi sentío / 100 maneras de quererte / como siempre te he querío / Un siglo lleno de arte / Tu nombre por todas partes / tus colores son los míos / Yo te llevaré en mi alma como Sevilla a su río".