Paula Badosa lo ha vuelto a hacer. No desde la pista sino desde la palabra. La tenista española ha vuelto a hablar claro sobre el panorama actual del tenis, sobre su etapa profesional y sobre su vida más íntima.
Lo ha hecho en La Vanguardia, medio en el que se ha desahogado sobre todos sus pensamientos. En primer lugar, ha reconocido que su papel en Wimbledon, pese a no haber llegado muy lejos, le ha hecho creer de nuevo en su tenis. Y, sobre todo, cuál ha sido su pócima mágica para volver a levantarse: "Este Wimbledon me ha devuelto la fe en mí misma y me ha ayudado a creer que puedo volver a estar entre las mejores del mundo. Decidí cambiar parte de mi equipo tras el Mutua Open de Madrid, porque lo sentí como un punto de inflexión, toqué fondo, y volví a contar con David Antona como preparador físico porque en nuestra anterior etapa me hizo sentirme segura y con confianza. También incorporé un nutricionista y un psicólogo en los torneos, buscando esa seguridad en mí misma”.
Por otro lado, cuestionada por las diferencias existentes entre ambos géneros en el tenis en cuanto a salarios y premios económicos se refiere, Paula considera justo el sistema que hay ahora mismo y ha subrayado que "somos lo que generamos, independientemente del género".
"El tenis masculino genera más que el femenino, igual que en el mundo de la moda ocurre lo contrario. En mi deporte, de hecho, está mucho más igualado que en otros, y no me molesta que si los mejores tenistas generan más, lo ganen en proporción", sentenció.
En este sentido, de lo que más presume Badosa es del buen ambiente que existe en el circuito WTA: "Lo que sí te puedo decir es que entre nosotras, aunque no todas pensemos igual en este sentido, hay una sonoridad real que me enorgullece mucho. Compañeras como Ons Jabeur o Sabalenka son amigas con las que me voy a cenar, nos contamos nuestros problemas personales y nos apoyamos mutuamente. Me parece muy bonito que puedas conseguir eso con tus rivales más directas".
Sobre su vida sentimental también se ha pronunciado, confesando que le molesta cuando vinculan sus resultados con su vida sentimental: "Las críticas nunca son fáciles de gestionar, aunque a veces nos hace hasta gracia porque la gente no se da cuenta de que somos dos personas que compartimos una misma pasión. A mí lo que más molesta es que la gente hable de realidades ajenas. Puedo llegar a entender críticas a mi parte profesional, a mi tenis, a que pierda o gane, pero vincular eso a algo personal me parece una falta de respeto".