El acuerdo alcanzado entre el
Ayuntamiento de Sevilla y los representantes de los
empresarios de la hostelería, el comercio y la distribución de bebidas, para las
medidas de prevención y seguridad de la próxima Semana Santa, incluye la posibilidad de que los negocios dispensen bebidas no alcohólicas en la hora previa a la llegada de las procesiones y durante su tránsito, siempre que lo hagan en botellas de plástico de una capacidad máxima de medio litro o vasos de cartón. Además, se permitirá que durante la Madrugada del Viernes Santo
los restaurantes de un número reducido de calles del centro funcionen más allá de la una, siempre que cumplan requisitos como no servir alcohol o contar con vigilancia profesional.
Después de que esta medida fuese aplicada en seis sectores en la Madrugada del Viernes Santo de 2018,
se incorpora a esta disposición un nuevo sector correspondiente a la plaza del Altozano, el tramo peatonal de la calle San Jacinto y las calles San Jorge y Pureza, -vía esta última que además será aforada para impedir aglomeraciones-, mientras de otro lado algunas de las calles y espacios incluidos el año pasado en los citados seis sectores no figuran este año en los mismos y por tanto están exentas de esta medida, como es el caso de la Puerta de Jerez.
La repetición de esta medida, no obstante, cuenta con una
“excepcionalidad en un máximo de cuatro o cinco calles” aún por determinar y ubicadas en los sectores de la Cuesta del Rosario, la Alfalfa y la calle Pérez Galdós; Alemanes, Placentines y Mateos Gago; y Mendez Núñez, Bilbao y Plaza Nueva.