Un recién ascendido podría parecer una buena piedra para asentar la racha verdiblanca en el único sitio que, con Víctor, ha fallado: a domicilio. Un rival que, además, está jugando y logrando mejores resultados lejos de Vitoria que en el propio estadio de Mendizorroza. Y que, pese a su felicitado buen comienzo, tiene los mismos puntos del Betis. Sin embargo, el equipo de Pellegrino ha demostrado este año que no sólo puede plantarle cara a cualquiera sino que ha sido capaz de derrotar a conjuntos más fuertes que él, entre ellos, el vigente campeón de Liga.
No será pues un partido plácido. De hecho, se aventura un duelo táctico, a priori, poco vistoso para el espectador y con mucho trabajo en el centro del campo, un lugar a donde regresa Petros, donde en principio seguirá Donk para ganarle la batalla física al rival y en el que Ceballos debe poner la pausa, el ritmo y buscar la ventaja en el ataque. Con Rubén y Sanabria cada días más compenetrados y en plena racha, y con un sistema (5-3-2) que se asienta y da seguridad atrás, a Víctor sólo le falta un buen resultado fuera para vivir una Navidad llena de ilusión y esperanza, y mirar a 2017 muy cerca del objetivo.