Natural de San Fernando, Esteban Benítez Valle (4 de noviembre de 1991) será uno de los casi 30 encargados de representar a Andalucía en los Juegos Olímpicos de París 2024. Un privilegio que se ha ganado con el sudor de su frente y de sus dos caballos. En este sentido, con casi total seguridad, Utrera y Escara serán las dos yeguas que monte el jinete en la capital francesa en su primera asistencia a unas olimpiadas. De sus sensaciones, de la preparación en estos meses previos y de sus objetivos habló Esteban en una entrevista con ESTADIO Deportivo.
- ¿Qué tal está?- Muy bien. Acabamos de llegar de Italia, de un tour que hemos hecho de tres semanas allí, y hemos traído a casa muy buenos resultados. Estoy muy contento por cómo hemos empezado la temporada.
- ¿Cómo se dieron los resultados en Italia?
- Muy bien, hemos quedado en la primera semana, hemos quedado séptimos. En la segunda semana hemos competido en una Copa de Naciones y he quedado un cuarto individual.
- ¿Cuántas competiciones le quedan de cara a los Juegos Olímpicos, Esteban?
- En principio, una más, que será a final de mayo. Los Juegos Olímpicos son a final de julio. Yo suelo competir en mi caballo cada una ocho semanas. Entonces, he terminado el Tour de Italia. Terminé el domingo y luego en ocho semanas volveré a competir de nuevo. Estamos ya a principios de junio y después los Juegos Olímpicos.
- ¿Cómo afronta la preparación?
- Pues con mucho cuidado, siempre respetando la salud del caballo, lo primero. Tengo que estar siempre chequeando que todo esté correctamente para no meterle ningún entrenamiento que no necesite y ahorrando energía, pero por supuesto tengo que entrenar, porque es normal. Antes de Italia, si estaba entrenando duro, pero ahora mismo hemos terminado el tour de Italia y tengo que ahorrar un poquito de energía y recuperar. Empezaré dentro de un par de semanas otra vez progresivamente a entrenar. Lo afronto con mucha cautela y paso a paso.
- Más allá de esa cautela que comenta, es un deporte exigente. ¿Cómo sabe cuándo debe parar con el caballo?
- El caballo te lo muestra siempre. Tiene una forma de expresarse. No habla, pero se ve, se ve cuando te ha pasado de intensidad en un entrenamiento. También se nota cuando estás poniendo poca intensidad. El caballo no habla, pero se nota en su cuerpo, en sus ganas, cómo va el entrenamiento. Yo conozco a mi caballo desde hace muchísimos años y sé lo que necesita y lo que no. Pero bueno, observándolo y recibiendo cada señal delicada que nos manda.
- De cara a los Juegos Olímpicos, ¿con qué caballo está trabajando?
- Tengo estas yeguas, Utrera y Escara, clasificadas para los Juegos Olímpicos. Ahora mismo en Italia, con Utrera, hemos conseguido la clasificación. La Federación Ecuestre Internacional exige que tengan resultado unos mínimos de puntuación en cada prueba para demostrar, digamos, de que el caballo está a punto, en el 2024, y con tres, lo he conseguido. Con Escara tuve un pequeño problema en el segundo día, me retiré de la competición y voy a ir a otra competición dentro de dos semanas en Polonia para volver a intentarlo y así poder conseguir la clasificación final para los Juegos Olímpicos. Así tendría dos opciones.
- El tipo de competición al que se dedica (Salto, Doma, Cross) es uno de los más exigentes. ¿Cómo las afronta? ¿Por qué elegió ese tipo de competición? ¿Nota diferencia en cada caballo a la hora de afrontarlas?
- Sí, por supuesto. Yo hago un triatlón, que son las tres pruebas: doma, salto y cross. Me viene un poco de chico. Nosotros empezamos, yo estaba en un club donde esa era la disciplina la reina y he seguido así toda mi vida compitiendo en ese tipo de pruebas. Y, sí, por supuesto, se nota la diferencia entre un caballo y otro. Dependiendo de los orígenes que tenga el caballo.
Hay caballos con más pura sangre, con menos pura sangre, caballos que se cansan más, se cansan menos. Obviamente tenemos que diseñar un plan de entrenamiento diferente para un tipo de caballo y para otro. En mi caso, con mis dos yeguas son muy diferentes. Utrera tiene mucho Anglo-Árabe, por lo cual tiene mucha resistencia, Escara no tiene tanto.
Por lo tanto, necesito trabajarle más la resistencia y la condición física que a Utrera. Utrera con menos, está haciendo menos que Escara, está en forma más rápido. Su fuerte en una prueba, que ahora es muy buena en la prueba de doma, porque sus orígenes le permiten tener mejores movimientos. La otra tiene otro tipo de origen. Tenemos que compensar esa falta de calidad en un tipo de prueba dependiendo del caballo.
- ¿Cómo es depender de un animal para una competición?
- Es más sencillo depender de un balón y más barato. Al caballo hay que cuidarlo mucho, hay que compenetrarse con él, hay que entenderlo, hay que mimarlo, hay que darle muchísimo cuidado, fisio, acupuntura, acuatraining, absolutamente todo porque está en un alto nivel. Nosotros físicamente, los jinetes, necesitamos estar en forma, por supuesto.
El caballo tiene que estar en una óptima forma física. Por lo tanto, ellos tienen que hacer mucho más que nosotros, nosotros tenemos que ser muy técnicos, tenemos que tener mucho reflejo. No nos hace falta correr una maratón de 25 kilómetros, ¿me entiendes? Tenemos que tener otro tipo de resistencia. Tenemos que controlar bien la respiración para no hiperventilar las pruebas. Es otro tipo de forma física.
El caballo tiene que estar en óptima forma física y, por lo tanto, necesita óptimo cuidado. A un balón no hay que darle tanto cuidado, es un deporte diferente, un deporte bastante diferente a los demás, pero es muy bonito.
- En ese sentido, si me tuviera que dar un porcentaje, ¿qué grado de responsabilidad tiene el jinete y qué grado de responsabilidad tiene el caballo?
- No te lo puedo decir, nunca se sabe realmente. Hay casos obvios que se ven, que la falta es del caballo, y hay casos obvios que saben que las faltas del jinete. Normalmente, la falta es del jinete. Si tú pones al caballo en el sitio correcto por la velocidad correcta, normalmente, te lo vas a estar bien, pero obviamente también puede tener un despegue incorrecto y puede hacer una falta de caballo. Obviamente, el entrenamiento ayuda mucho a entrenar, pero son seres vivos. También cometen faltas ellos, pero no te puedo decir qué porcentaje hay.
- Aproximadamente, si se tuviera que lanzar a la piscina
- Un 60-40 para el jinete.