Segura da con la tecla a tiempo

El Betis Baloncesto no sólo puede ver el descenso a una distancia prudencial, sino que podría acabar la temporada en un puesto impensable hace un mes. Parece incluso broma.

Además de que la llegada de Erick Green le ha dado el salto cualitativo y el diferencial de puntos necesario para ganar partidos, su llegada ha completado el esquema que Curro Segura venía ideando y que ha cerrado con varios retoques para adecuar a su nueva estrella.

Ahora, es un equipo con una solidez defensiva cerrada a las internadas fáciles de los rivales y los tiros liberados, que se mantiene a lo largo de los minutos y que disputa el rebote con aparente solvencia. Al menos ante los equipos de su 'liga', que son con los que se juega la vida.

También ha mejorado sus porcentajes en tiros de dos, con mayor eficacia especialmente ante San Pablo Burgos, contra el que llegó a un 60% de acierto. Eso sin perder el tono desde el perímetro, que se mantiene en el 38% de media.

En cuanto a los roles, Segura también ha cambiado las rotaciones y las posiciones de varios jugadores. Si con Jerome Jordan y Niang ya Whittington se liberó de pelear en la pintura para ejercer de ala-pívot, el cambio más significativo ha sido en el puesto de base, donde el técnico le ha dado la dirección completamente a Slaughter, en detrimento de Sipahi y Oliver, que ante Manresa ni siquiera jugó.

Cambio que, si bien el grupo ha perdido en pausa (darle más minutos a Oliver puede cortar la proyección del turco), de momento el Betis no ha sufrido con ese ritmo que impone el polaco, para bien y para mal.