El
Betis consiguió el pasado fin de semana sacar la cabeza de los puestos de descenso a LEB Oro después del triunfo sobre un
Estudiantes al que se le avecinan tiempos difíciles. Un
respiro verdiblanco que no hace olvidar el
doble rasero arbitral del que está siendo víctima en lo que va de curso.
Los de Curro
Segura presentan el segundo peor registro en cuanto a
faltas recibidas, curiosamente con guarismos únicamente mejores que los del bloque
colegial. Con 19,1 faltas de promedio en su casillero supera así al 'Estu' (18,3), pero se halla muy lejos del equipo más respetado por los colegiados en este sentido, el
Barça (24,2).
Una tendencia que presentó su caso más sangrante en el derbi andaluz frente al
Unicaja de Málaga, partido en el que los béticos sólo lanzaron dos tiros libres, por las 29 veces que los costasoleños acudieron a la línea de 4,60 metros.
Las sensaciones tampoco fueron mejores en la visita del Barça a
San Pablo, con cinco lanzamientos libres verdiblancos, 16 menos que los azulgranas. Tónica repetida ante
Baskonia (6) o Zaragoza (10). El desequilibrio a la hora de acudir a la línea de personal se convierte en un hándicap más que considerable dada la igualdad de una competición como la Liga
ACB.
En el ranking de faltas cometidas, el Betis figura en la duodécima posición (21,3 de promedio); de hecho, no le pitan menos de 15 faltas por
partido. Su tope se encuentra en las 26
infracciones con que le sancionaron en el choque frente al
Tenerife.
Esta dinámica, como es lógico, no ha pasado desapercibida ni para el plantel ni para el técnico, que ya ha deslizado varias veces en rueda de prensa que son cosas que se escapan a su control. En cualquier caso, el Betis no es el único conjunto molesto con las actuaciones arbitrales este año. El
Bilbao Basket, también recién ascendido, elaboró hace unos días un informe videográfico recogiendo las jugadas que sembraron su malestar por el arbitraje sufrido en
Badalona.