Llegaba el
Coosur Betis al Coliseum Burgos con la necesidad de sumar una nueva victoria que no le dejara en puestos de descenso después de que el Obradoiro se impusiera al Manresa en un encuentro crucial por salir de la zona baja, pero los de
Curro Segura fallaron en esa disputa ante la incapacidad de encontrar una alternativa ofensiva al clavo ardiendo en el que se estaba convirtiendo el acierto triplista del conjunto sevillano. Sin intensidad y juego colectivo los sevillanos se difuminaron tras el descanso y no volvieron a aparecer por el pabellón.
Era un partido en el cual los dos se jugaban mucho y se notaba en la quietud y la táctica que imponían ambos entrenadores con sucesivos tiempos muertos desde los primeros compases.
El
Betis empezaba con un Obi que daba los últimos coletazos del buen partido ante el Barcelona en la jornada pasada en San Pablo e inauguraba el marcador con un triple, que pronto sería respondido por Fitipaldo.
Ambos fiaban su victoria más a un buen ataque que a una férrea defensa, buscando el poste bajo y moviendo la pelota en el perímetro para encestar de tres (la gran baza que están teniendo esta temporada los béticos) y con unos porcentajes de rebote que por momentos mejoraron.
Un intercambio de acciones y canastas fáciles en el que Clark con un mate se encargaría de poner por delante a los suyos (16-11) y que el
Betis lograría reducir con dos tiros libres de Slaughter al final del primer parcial del encuentro (18-15).
Aún así, Whittington pondría a inicios del segundo cuarto a su equipo por delante con dos triples seguidos (20-23) y Sipahi y Almazán, que volvía a entrar en las rotaciones del técnico, lo mantuvieron por instantes por delante en el electrónico. A partir de ahí, los burgaleses aprovecharían de la falta de concentración de los visitantes para plantar cara y situarse con 39 al final del descanso debido, en parte, a los 2+1 que sacaban a los verdiblancos y que parecía frenar un palmeo de Rivers.
Otro partidoA la vuelta, el
Burgos entraría entonado con dos canastas consecutivas y un parcial de 9-0 en apenas dos minutos que obligaba a Segura a espabilar a los suyos en un tiempo muerto con un indicativo y clarificador grito de ‘energy’. De poco serviría, pues solo Slaughter parecía aplicárselo y con un triple lograría atajar la hemorragia.
Ante la intensidad que metieron los locales y la incapacidad de elaborar jugadas, el Betis se fió al escolta polaco para no tirar el partido en un cuarto. La defensa local y el fallo en el tiro de tres dejaban a los de Curro Segura sin argumentos ofensivos para remontar un choque que cada vez se ponían más difícil. Así, un Clark de nuevo pondría una máxima ventaja con dos tiros libres (60-49) que el
Betis no podría remontar y que salvó un gancho de Niang a escasos segundos de finalizar un cuarto horroroso, pero que mantenía con vida a los hispalenses (62-54).
Se esperaba un arreón final, pero el Burgos tenía el juego controlado y a ellos sí que les entraba la bola desde el perímetro. Segura no encontró la tecla para activar a unos verdiblancos sin moral y sin la intensidad suficiente para darle la vuelta al partido y que reciben un severo correctivo que les sitúa como colistas de la Liga Endesa por méritos propios.