El Betis se ha convertido en la envidia de la LEB Oro, y no sólo por su racha de 12 victorias consecutivas. El fondo de armario, el acierto coral y el juego colectivo se han convertido en las señas de identidad del bloque de
Curro Segura. Tres características y virtudes que distancian a los de San Pablo del resto de inquilinos de la categoría.
Actuaciones como la ejecutada frente al Oviedo, demuestran que el equipo carece de actores secundarios. Los 12 jugadores anotaron, tres estuvieron por encima de los diez puntos (
Tunde, Dee y Obi). 28 tantos respondieron al quinteto inicial, y 57 a los hombres que salieron desde el banquillo. Aquí lo de la segundad unidad chirría. Más bien se trata de un equipo generoso, trabajado, donde todos van a una. Donde da igual quién juegue.
Con Bropleh y Dee como estiletes (12,8 puntos de media), lo mismo ocurrió frente al Barça Lassa. Sólo
Samb se quedó en blanco. Los que salieron de inicio sumaron 30 puntos, por los 52 de los efectivos de refresco. Una plantilla completa, donde prevalece lo colectivo frente a las individualidades. Más llamativo fue el reparto de puntos ante el Real Canoe (46 y 53).
Excepto el canterano Vlahovic, todo el mundo aportó para terminar con 99 puntos. Obi,
Malmanis y Bropleh llevaron la batuta, superando los diez puntos.
Para terminar el repaso por el mes de diciembre, en la cancha del Covirán Granada vieron aro todos, desde Lluís Costa a
Marcius. Precisamente éste último fue el único que se quedó a cero en el partido contra el
Melilla. "Queremos que todo el mundo se sienta importante e involucrado. Lo estamos consiguiendo", dijo el técnico nazarí. Con 85,3 puntos de media, los verdiblancos sólo son superados por el Palencia (86,8), que cuenta con los 'Top 10' del ranking de anotadores Vasturia y Cvetinovic como principales artilleros.
El Betis despide de esta forma 2018 con la satisfacción que otorga el deber cumplido. Inmerso en una dinámica positiva.
Gracia Ávila3 min lectura