El verano del
Baloncesto Sevilla se presenta agitado en las oficinas, y no sólo por los problemas institucionales que arrastra la entidad y que deben resolver con especial urgencia; de la plantilla que el club hispalense ha dispuesto en esta temporada 14/15, a priori, sólo el ala-pívot
Pierre Oriola continuaría en las filas verdirrojas el próximo curso. El jugador catalán, junto a
Kristaps Porzingis, es el único que aún presenta contrato en vigor con el Baloncesto Sevilla (dos años más uno opcional), ya que la joven perla letona, aunque todavía le resta un año más en Sevilla, está dispuesto a probar suerte en la NBA. Su salida sería una auténtica vía de escape para las arcas del club hispalense y ya se da por hecha su desvinculación.
Del resto de jugadores que han protagonizado esta dura campaña, su fututo es más que incierto. Entre los más veteranos del equipo, Nikola Radicevic y Ondrej Balvin han finalizado su vinculación, si bien el serbio tiene una opción por el club para continuar.
Derricks Byars, que arribó esta campaña, podría completar un nuevo curso en Sevilla si ambas partes están dispuestas; situación similar a la del experimentado Berni Rodríguez, que, pese a fichar el verano pasado por una temporada, no vería con malos ojos firmar un año más con el conjunto sevillano.
Otros, como Ben Woodside o Kirk Penney, que reforzaron al equipo una vez empezado el curso, con el final de campaña han visto cumplidos sus contratos.
El canterano Diego
Gallardo, que firmó por dos años con el club, a pesar de su actual vinculación, podría buscar una solución lejos de la capital andaluza después de los pocos minutos de los que ha dispuesto en la presente campaña.