Casi dos décadas después de su última visita al Principado, el Baloncesto
Sevilla quiere prolongar ante el Morabanc
Andorra la inercia ganadora y dar un paso casi definitivo para la salvación, pues sacaría dos victorias a los puestos de descenso con tres duelos por jugarse, ante un rival directo que pugna por lo mismo, pues un triunfo les daría la permanencia matemática.
Las dos últimas victorias ante La Bruixa d’Or Manresa y Unicaja han impulsado al equipo de Casimiro, aunque los andorranos también llegan en plena racha de resultados, pues suman cuatro triunfos en los últimos seis partidos. Y para ello ha sido clave un ex del Cajasol: el ala-pívot Luka Bogdanovic. Desde su llegada, el equipo andorrano se ha lanzado hacia arriba en la clasificación.
No es inferior el balance desde la llegada de Luis Casimiro, pues los sevillanos suman siete triunfos por cinco derrotas. Los hispalenses ya saben lo que es ganar en pistas complicadas como Zaragoza o Manresa y ahora tratarán de repetirlo. Para ello se han preparado en una semana en la que no hay que contar novedades, por lo que estarán todos disponibles.
El Morabanc Andorra también llega al completo a una jornada valiosa y con la moral que da la victoria del pasado fin de semana en la pista del UCAM Murcia. Y confía en el factor pista, ya que de sus once triunfos ocho han sido en casa y ha ganado en los últimos cuatro que ha disputado como local. El técnico, Joan Peñarroya, reconoce el buen momento de los suyos y también una situación más holgada en la clasificación que hace unos meses -los andorranos están a tres partidos del descenso- pero no quiere ningún tipo de relajación ni hablar de salvación virtual ante un rival que está un triunfo por debajo en la tabla. Pero enfrente, Peñarroya sabe que tiene un equipo de calidad, en el que destaca el potencial de jugadores como Porzingis, Hernangómez o Radicevic, que estarán en el draft de la NBA.