Gustavo Poyet (53) se encuentra actualmente sin equipo al que dirigir y a la espera de la oferta atractiva que le haga regresar a los banquillos. El uruguayo ha sido cuestionado, en una entrevista concedida a
La Pizarra del DT, por sus métodos, casos particulares en vestuarios ocurridos en los vestuarios o su relación con distintos jugadores. Y, en el caso del
Real Betis, el otrora centrocampista desveló que
cometió un error del que espera haber aprendido.
"
Tengo una espinita clavada, que es que
no me fue bien en España, con el Betis. Y
tengo mis excusas, pero como no me gustan las excusas... Y a mí
me gusta sacar al campo al jugador que no pone excusas. No al que dice: 'No, la cama estaba dura, la carne no la cocieron bien, la ensalada estaba no sé qué...'. Yo trato de que todo esté bien para que el futbolista cuando juegue y sepa que, si le sale mal, fue él quien lo hizo mal y el responsable es él. Yo, por supuesto, como técnico también me lo aplico, porque, si no, sería un hipócrita; y estarás pensando que, entonces, por qué no me fue bien en el Betis. Pues en el resto -de clubes- creo que
logramos ese entendimiento con los jugadores. Cómo, por qué, las razones...", comenzó indicando el uruguayo, quien dejaba habitualmente a
Dani Ceballos y Rubén Castro en el banquillo.
La explicación"¿La espinita del Betis?
Aprendí de ese error. O eso espero, porque el humano es experto en tropezar dos veces con la misma pierdra. Y fue
no averiguar bien los problemas internos que tenía el equipo. Porque me puede llamar Boca Juniors y yo recibirlo feliz, pero
no sabes si los jugadores están peleados, si no cobran, si tienen problemas con la grada... Todo eso repercute. Y, cuando se está en esa situación, los jugadores le dicen a la Prensa: 'No, nosotros nos olvidamos de todo cuando entramos a la cancha'.
¡Mentira! Te lo puedo decir, men-ti-ra. Porque tú vives con ellos, convives ahí. Y
todo lo que rodea al equipo le afecta. Y las grandes diferencias entre los mejores equipos hoy día, porque todos cuentan con buenos futbolistas, son mentales. No técnicas ni de calidad", terminó por decir sobre su etapa en el Betis un Poyet durante cuya etapa se vivió un ambiente de especial crispación por La Palmera.