Tiene
27 años, por lo que se trata, de largo, del futbolista más veterano del
Betis Deportivo, al que arribó hace ahora un año junto a
David Ramos para fortalecer a un escuadra que acabó subiendo con solvencia a
Segunda B. Uno de los futbolistas más en forma del filial que adiestra
Manel Ruano, es plenamente consciente de su rol, aunque no renuncia a su sueño: debutar con la primera plantilla antes de que expire su contrato, en principio, el verano próximo. El de Arnedo, lógicamente, sabe que, de hacerlo, no podría volver al B, lo que dificulta un salto que ya han dado otros como
Rodri y que están a punto de completar los
Carlos Marín, Dani Rebollo, Geovanni y compañía.
"Estoy
orgulloso de mis niños, de mis chavales. Creo que estamos
compitiendo. El primer requisito era
adaptarse a la categoría, y desde el minuto 1 lo hicimos, que era lo importante. A partir de ahí, me entreno con ellos todos los días, con este cuerpo técnico y los servicios médicos, por lo que soy
ambicioso en ese sentido. Se nos puede
exigir más; tenemos potencial para ello", asegura rotundo
Luis Martínez, que recalca que no se quiere marchar de Heliópolis sin probar la miel que ansía todo futbolista.
"
Mentiría si te dijera que no... A veces abro el móvil y veo mensajes de ellos, que me llenan de emoción y orgullo; que alguien se pueda plantear que yo esté ahí... El 28 o 30 de enero de 2020, cuando firmé por el Betis, ya se cumplió un
sueño. Si algún día puedo
debutar ahí, para mí sería un orgullo. Me da igual la
edad que tenga... 38 o 19 años. Peleo cada día por conseguir una oportunidad y, si no puede ser, me iré con la cabeza muy alta por haber luchado por ello", termina el central y capitán del Betis Deportivo en declaraciones a los medios del club.