El gran lastre del Betis de Pellegrini en la presente temporada había sido su ausencia de solidez y
debilidad en la retaguardia, con errores y faltas de concentración que han costado muchos goles. Para solucionarlo Pellegrini realizó una serie de probaturas pero ninguna le funcionó y ya toda
la esperanza se centraba en fichar en el mercado invernal, vía que, no obstante, sigue viguente en el que caso de que fuera posible pese a la mejoría atrás.
Sin embargo, la solución por el momento ya se había fichado en el mercado estival, con la incorporación de un
Víctor Ruiz al que le costado adaptarse y alcanzar su mejor nivel pero que
empieza a asentarse en la defensa verdiblanca y a firmar buenos partidos. De hecho,
contra el Huesca se erigió en fundamental, con una actuación muy seria y
una intervención crucial reflejo de su concentración y capacidad para anticiparse a las jugadas, fruto de su experiencia y recorrido en el fútbol.
En la recta final, con 0-1,
le arrebató el balón a Rafa Mir cuando se disponía a rematar delante de Bravo. Con velocidad y limpieza, Víctor lo impidió y dio pie a que el Betis luego sentenciara. Con este partido,
el central se hace fuerte en el eje junto a Mandi y no le será fácil a Bartra volver a su puesto cuando se recupere. Así, Víctor Ruiz, que hasta finales de noviembre sólo había jugado 52 minutos,
acumula siete titularidades consecutivas en Liga, en las que el Betis ha dejado su portería a cero en tres ocasiones.
El catalán
ha adelantado claramente a Sidnei en la lista de centrales y va camino de seguir avanzando entre las prioridades de Pellegrini para el centro de la zaga.
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