Cómodo triunfo del nuevo Betis de Pellegrini, sustentado en el trabajo de todo el bloque y los tempraneros goles de Fekir, de penalti, y William Carvahlo, con un zapatazo desde fuera del área. Dos tantos, a los 18 minutos, que eran fruto de la intensidad con la que los verdiblancos saltaron al césped del Villamarín, tratando de meter el Valladolid desde el minuto uno en su campo con una efectiva presión tras pérdida que les permitía montar sus ataques con pocos toques, sin necesidad de largas elaboraciones desde atrás.
Sólido en el centro del campo y sin despistes atrás, el cuadro heliopolitano hizo valer su calidad arriba para sumar su segunda victoria del curso, disfrutando de un partido plácido gracias a esa pronta ventaja inicial, lo que permitió a Pellegrini refrescar a su equipo en una segunda mitad en la que Bravo no pasó apuros e incluso pudo llegar el tercero. Un partido notable del Betis, en definitiva, como se refleja