Afronta el
Betis este domingo su
estreno casero de la temporada
20/21 con ilusiones renovadas, pero, desgraciadamente, con el mismo panorama en las
gradas por mor de los rebrotes de una
pandemia que amenaza con permanecer entre nosotros muchos meses más, si no años. Por tanto, el
calor deberán generarlo y transmitirlo desde el césped hacia fuera los profesionales,
contagiando a una afición que está
renovando en masa un abono que nadie sabe cuándo podrán utilizar y que
alentará desde el otro lado de la pantalla.
El triunfo en la jornada inaugural ante el Alavés se saborea aún en las huestes verdiblancas. Lo postrero del 0-1 dio lustre a un planteamiento que desvela cuál es el plan de Manuel Pellegrini: presión tras pérdida, ruptura de líneas directa o mediante conducciones, profundidad innegociable, juego directo a la espalda de los centrales rivales y, sobre todo, ayudas para la anticipación en defensa. Un equipo más fiable atrás, aunque hubiera cierta relajación tras el descanso en Mendizorroza, que prioriza la portería a cero y que, quizás por ello, acusa los mismos problemas para llegar con peligro que el curso pasado.
Esa 'manta corta', una teoría futbolística que defiende que, para pertrecharte mejor, a menudo desnudas el ataque, o viceversa, ha de abrigar lo suficiente para que el proyecto abanderado por el míster chileno y con la austeridad por bandera ineludiblemente avance al ritmo adecuado, a la espera de los movimientos finales que permitan las ventas que se gestan en la planta noble del Benito Villamarín. La continuidad, tan ansiada el curso pasado, brindaría otro plus de confianza y crédito a una plantilla deseosa de mostrar su verdadero nivel.
Precisamente, los ajustes que realice Pellegrini en el once de Vitoria, mejorado ostensiblemente con las sustituciones en la recta final, determinarán si la manta estira lo suficiente para seguir resguardando la garganta y los pies. Sin duda, en La Palmera se conformarían con otro triunfo agónico, manteniendo las nuevas señas de identidad de solidez y carácter, aunque bien harían los verdiblancos en desatar el tremendo potencial que reúnen en vanguardia para situarse de una vez por todas en la zona de la clasificación que, por calidad, les pertenece.
Bravo, que estuvo sobresaliente ante el Alavés, repetirá bajo palos, mientras que la zaga de cuatro seguirá siendo la misma, con Emerson y Álex Moreno en los laterales, más Mandi y Bartra por dentro. Víctor Ruiz, ya con el tránsfer provisional, será una opción, aunque parece pronto para que desbanque a alguno de la pareja de centrales. Por delante, Guido Rodríguez es fijo, seguramente acompañado de nuevo por William Carvalho ante la baja por lesión de Guardado. Fekir y Canales estarán por delante, intercambiándose las posiciones con un tercer elemento que podría volver a ser Joaquín, algo gris el pasado domingo, pero también Juanmi (ya habilitado, una vez cumplida su sanción), Aitor Ruibal o Tello. Arriba, la pujanza del recuperado Sanabria no debe poner en cuestión por el momento la titularidad de Borja Iglesias.
POSIBLES ONCES.-Real Betis: Bravo; Emerson, Mandi, Bartra, Álex Moreno; Guido Rodríguez, William Carvalho; Fekir, Canales, Joaquín o Tello; y Borja Iglesias
Real Valladolid: Roberto; Javi Moyano, Bruno, Joaquín, Nacho; Óscar Plano, Fede San Emeterio, Míchel Herrero, Orellana; Sergi Guardiola y Weissman
Árbitro: Jaime Latre (aragonés)
Incidencias: Benito Villamarín, 18:30 horas (Gol)