Se siente, de nuevo, amenazado
Rubi y, como en la primera vuelta, podría dar su brazo a torcer para regresar al sistema de tres centrales puros y un pivote que ya retrasó al máximo en octubre y noviembre pasados. Entonces, pese a ese invento inclasificable del calendario asimétrico, fue también en la secuencia de partidos consecutivos ante
Real Madrid y
Sevilla, tras salvar el primer ‘match-ball’ contra el
Celta en el últimos suspiro con gol de
Fekir, cuando colocó a
Bartra en el eje de la medular, por delante de un trío formado por
Mandi,
Feddal y
Sidnei. Ahora, después de caer en
Mestalla, el míster catalán se la juega, confesando
Alexis Trujillo, coordinador de la secretaría técnica verdiblanca, que la fragilidad defensiva ha sido un tema de conversación en los últimos días y semanas, porque es obvio que “no salen las cuentas”.
En aquella ocasión, el
Betis saldó el trámite con un empate sin goles en el
Bernabéu y una derrota por la mínima (1-2) en el derbi, que reportó un escueto uno de seis puntos posibles (16%) y, eso sí, una de las únicas cuatro porterías a cero del curso en
LaLiga. Numéricamente hablando, resultó mucho más rentable su experimento posterior, que se prolongó durante nueve fechas y que se basaba en colocar un futbolista híbrido, bien el ‘5’ o bien
Edgar González, que se incruste entre los centrales en fase de generación y que sea pivote a la hora de defender. En otras palabras: un 1-4-1-4-1 de partida que se convierte en un 1-3-4-2-1 cuando el equipo está iniciando el juego.
Con ese flexible esquema, los de
Rubi se apuntaron 15 de 27 unidades (el 55% del total), merced a los triunfos contra
Valencia,
Mallorca,
Athletic y
Real Sociedad, así como los empates contra
Espanyol,
Alavés y
Eibar, cayendo únicamente frente a
Atlético de Madrid y
Getafe, de forma inmerecida en ambos casos, con polémica arbitral de por medio y ofreciendo muy buenas sensaciones en general.
Sólo en el
Coliseum se quedó el
Betis sin anotar en ese periodo, firmando 15 tantos (1,66 de promedio por encuentro, por el 1,38 general de la temporada en el campeonato doméstico regular) y encajando únicamente 10 (1,11 por cita, frente al 1,61 por choque de la 19/20 en global).
La recuperación de
William Carvalho, que se perdió cuatro meses por culpa de una hernia discal-lumbar que se produjo durante una concentración con
Portugal, y el fichaje de
Guido Rodríguez ofreció más alternativas a
Rubi para la contención, así como la vuelta de
Guardado, pero las apuestas por los dos primeros juntos o por uno de ellos con el ‘Principito’ ante
Barcelona,
Leganés,
Mallorca y
Valencia ha brindado un escueto dos de doce, por lo que toca replantear la situación en marzo.
Para el domingo, un giro que mantendría en el derbi de resultar exitoso, el de Vilasar de Mar medita colocar a
Mandi,
Bartra y
Sidnei por delante de
Joel, lo que permitiría a
Emerson y
Álex Moreno desplegarse con menos obligaciones defensivas, ejerciendo seguramente
Carvalho o
Guido de pivote, con
Guardado y
Canales de interiores, formando
Fekir y
Loren seguramente en punta, por lo que el dibujo se asemejaría más al 1-3-5-2 que a sus precedentes. Una agitación del árbol más palpable.