Hace falta muy poco tiempo para comprobar que Borja Iglesias tiene los pies en el suelo. Fue fichado para hacer los goles del equipo y no los está aportando, pero tiene claro que cuando le vuelva la inspiración le pillará trabajando. Reconoce que vive “un proceso raro” al no marcar goles e intenta digerirlo de la mejor manera. Promete que las dianas volverán. Y que las saboreará con gusto porque quiere saldar lo antes posible la deuda que tiene con el Betis y con los que confiaron en él.
- Comencemos por lo más reciente, ¿qué tal su primer derbi?- Pues tengo sentimientos encontrados. Vivir un derbi desde dentro y el ambiente que genera cuando llegas al estadio, cuando empieza el partido y cómo está la gente es algo que es difícil de explicar cuando no lo vives. Te lo puedes llegar a imaginar. Me hubiera gustado participar más porque es una experiencia distinta, que te nutre. Me tocó vivirlo saliendo desde el banquillo, pero lo que más nos duele a todos es el resultado porque fue un partido muy cerrado. Ellos tenían un plan muy claro, nos dieron la iniciativa y en dos acciones muy puntuales se pusieron por delante y cuando esto pasa es muy difícil. Para nosotros es un aprendizaje, tenemos que tomarlo como eso y a partir de ahí crecer porque no estamos haciéndolo todo lo bien que queremos.
- ¿Han hecho ya el análisis del partido?- Es una semana rara porque los internacionales no están y el análisis queda un poco para cuando vuelvan. Hemos hablado algo, el míster lo ha analizado, lo hemos comentado y debatido, pero el análisis a fondo será cuando estemos todos.
- Han pasado ya unos días, pero se habrá dado cuenta de que el derbi dura mucho y se sigue hablando de la polémica.-No suelo opinar porque es algo que no podemos controlar. Intento no perder demasiada energía, aunque es cierto que, cuando lo ves luego, te da un poco de rabia. Tenemos que intentar evadirnos de esa parte y si algún día hay un error intentar pasar.
-¿Qué opina del VAR?- Mi opinión es muy positiva, es algo que viene para ayudar, para mejorar. Yo lo agradezco. El jugador está más protegido. Es una herramienta que va a ayudar a que sea más justo. Las cosas que son, son y no va a haber lugar al error. Pero todo lo nuevo necesita una adaptación, estamos en ese proceso y quizá nos está costando un pelín.
- ¿No echan de menos un criterio unificado? ¿Que, por ejemplo, se entre en la de Chukwueze y en la de Fekir no?- Sí. Es raro. Que haya dos jugadas iguales es difícil. Pero sí que son dos jugadas que son muy leves, pero que si una es penalti la otra también. Sí que te desconcierta cuando no es el mismo criterio.
- ¿Qué pasa por la cabeza cuando el árbitro va a mirar la pantalla?- Es extraño. Porque depende de la información que tengas. Si lo estás viviendo en primera persona, como contra el Celta, cuando le di con la mano, sí sabes qué puede pasar. Cuando no es así, lo vives con intriga. Y nada, simplemente esperas que la decisión sea favorable a tu equipo y prepararte para lo que viene.
- ¿Y es algo que se entrene ahora, la reacción al VAR?- Pues nos pasó el año pasado con el Espanyol un caso muy curioso. En la jornada 3, fuimos a jugar contra el Alavés. Estábamos jugando muy bien, íbamos ganando, generando muchísimo y hacemos el 2-0. Lo marca Sergio García, pero lo invalidan porque me cruzo por delante y tapo la visibilidad del portero. Y desde ese momento, el partido cambió. Así que buscamos un método para estar más concienciados. En Villarreal este año nos pasó eso, porque tras esa acción el plan se nos desmoronó. Nos descentró mucho. Hasta la fecha esos primeros 70 minutos son los mejores del Betis esta temporada y sin embargo el resultado más abultado y en el que tuvimos el desenlace más raro. Tienes que prepararte mentalmente porque al final una acción no puede destrozarte el partido.
- Me hablaba de sentimientos encontrados en el derbi, ¿cómo lleva no estar jugando tanto?- Es un proceso de adaptación también. Cuando fichas piensas en positivo, que vas a llegar, vas a jugar y vas a hacer goles, pero no está siendo así. Mi llegada no fue sencilla, la pretemporada fue atípica también. Luego, el primer día me lesiono, estuve un par de semanas con la recuperación, luego hasta que te encuentras bien... He tenido momentos en los que me he encontrado bien, sin hacer goles, pero sí con juego, aportando, sintiéndome importante. Y otros en los que no he estado tan a gusto. Al final tienes que evaluarlo, encontrar los puntos en los que te encuentras cómodo y acercarte a ello, porque es lo que te va a llevar al gol. Estos últimos partidos me está tocando ser suplente. Loren está jugando muy bien, está aportando mucho. Intento trabajar para estar preparado y cuando aparezca la oportunidad, no soltarla.
- Dijo una vez que al llegar a Primera sufrió un bloqueo y su pareja le ayudó ¿Lo de ahora es un bloqueo?- Ahora lo vivo de una forma distinta. Aquello no fue por la presión añadida de un traspaso grande, fue más por haber llegado a algo que llevaba esperando toda la vida y sentir miedo a no estar preparado. Fue el contraste entre llegar a Primera división y la responsabilidad por estar al nivel al que quieres estar. En líneas generales me he encontrado bien aquí y adaptado desde que llegué. A nivel de juego creo que he estado bien. Algún día he estado peor que otro, pero tampoco es que haya estado muy fallón porque no he tenido tantas ocasiones para hacer gol. Eso sí me preocupa más. Cómo puedo hacer para ayudar más a mis compañeros, para generar más. Son otro tipo de preocupaciones, pero la verdad es que no lo veo de una forma agobiante o que haya ansiedad. Es un proceso y espero que se desbloquee pronto.
- ¿Cómo es en casa cuando no marca?- A todos nos molesta no marcar y no jugar, es lógico y es sano. Tengo mucho carácter, pero me dura poco. Tengo diez, quince minutos, una hora o un día, pero se me pasa. Luego intento evadirme y estar bien con la gente que tengo a mi alrededor, con mi pareja, porque no quiero llevar mal rollo allí. Intento solventarlo conmigo mismo lo antes posible.
- Siempre se ha mezclado mucho con la gente en las ciudades en las que ha estado.- Sevilla me gusta mucho, el centro me encanta callejearlo. El Parque de María Luisa y la Plaza de España me encantan, pero al final no he hecho todo el turismo que me gustaría porque estás centrado en tus cosas. Llegué, la tensión, trabajo específico por las tardes. Tengo tiempo y seguro que disfrutaré mucho de la ciudad. La gente es muy agradable, da muchos ánimos. Tienen muchas ganas de que las cosas vayan bien y ojalá llegue pronto porque tenemos calidad para hacerlo.
- Dejó al Espanyol en Europa y está viviendo una situación complicada en el Betis.- Para mí es un salto en muchos sentidos. Llego a un club en crecimiento, que a nivel de masa social es inmenso. Es un salto grande, jugar ante 50.000 personas no es lo habitual. Son cosas bonitas y en general estoy muy contento. Estoy en este momento y tenemos que centrarnos, trabajar y salir de abajo.
- ¿Hay más nivel este año en Primera con respecto al pasado?- Este año todos los equipos son muy competitivos y la clasificación lo muestra. El año pasado nosotros empezamos muy bien en el Espanyol y eso hizo que el momento malo se viviera de otra forma. Es más difícil cuando las cosas no van bien al principio. En Primera siempre ha habido mucho nivel, pero va subiendo.
- En la plantilla hay mucha calidad, con jugadores como Fekir.- Hay jugadores de mucho talento. Se ve cada vez que toca la pelota. Pero luego te llevas sorpresas con otros de los que esperas menos. Todos aquí tienen algo especial, la plantilla tiene muchísimo nivel, por eso nos molesta más estar donde estamos. Estamos trabajando mucho y nos gustaría que fluyera. Pero con el nivel que hay, seguro que van a llegar las victorias y las alegrías.
- ¿Siente más morriña por Galicia o por el gol?- Me encanta Galicia, aunque no sé si morriña es el término adecuado porque soy feliz donde estoy ahora y he sido feliz antes. Pero Galicia me encanta, siempre que puedo voy y la disfruto muchísimo.
- Pero del gol sí, ¿no?- Sí, porque para el delantero es su forma de vida. Llevo muchos años haciendo muchos goles. Para mí este es un proceso raro, de verdad.