Ni en Sevilla ni en Shanghái,
Gustavo Poyet no termina de levantar el vuelo en su carrera de entrenador fuera de Inglaterra. Después de cuatro derrotas, el preparador uruguayo está en la cuerda floja.
Y el verdugo, en esta ocasión, ha sido
Rubén Castro,
con quien tenía cuentas pendientes después de que en su periplo como entrenador del Betis quisiera jubilar al canario.
El máximo goleador de la historia de la entidad heliopolitana ha contestado como mejor sabe, sobre el terreno de juego. Con dos tantos, en el minuto 90 ha sentenciado a Poyet, cerrando un resultado de
Shanghai Shenhua 0 - 3 Guizhou Hengfeng Zhicheng.