Es arriesgado, pero está decidido. Falta que
Dani Ceballos recoja el guante. O, mejor dicho, que no lo devuelva, porque, como hiciera en Segunda división, el utrerano se ha echado el
Betis a la espalda cuando más falta hacía un líder. Por su
edad, carácter, calidad y proyección, en Heliópolis tienen claro que es el adecuado para una encomienda de tamaña magnitud. No le pesará la presión ni se le presuponen bajones de rendimiento. De hecho, fue la luz cuando arreciaban las tinieblas. Ahora, él tiene la última palabra.
Miguel Torrecilla tiene una conversación pendiente con el ´10´. Lo ideal es que ésta se produzca antes de junio, pues en la segunda quincena de ese mes se celebrará en Polonia el Eurocopa sub 21, en el que el mediocampista verdiblanco participará casi con toda seguridad, una vez que Albert Celades lo ha recuperado para la ´Rojita´. El contexto ideal serían las conversaciones para su
mejora y ampliación de contrato, gestión iniciada pero en un estado todavía embrionario, ya que Bahía Internacional, su agencia de representación, ha hecho saber a los rectores hispalenses que no se cierran en absoluto a agrandar tanto sus emolumentos como sus años de vinculación -de momento, el horizonte está situado en el
30 de junio de 2020-, pero que no tocarán su cláusula, que cada jornada que pasa parece más asequible.
De esta forma, en las tres campañas que le quedan por ahora en el Benito Villamarín, Dani
Ceballos costará entre doce y quince millones de euros para todo aquel interesado en reclutarle, pues su precio asciende tres kilos durante cada curso en cuanto dispute veinte partidos oficiales (más de 45 minutos en cada uno de ellos). El 1 de julio, la cuenta se resetea y se vuelve aún más atractiva para los muchos pretendientes que acumula la perla más consolidada de Los Bermejales. En principio, no se esperan movimientos de salida antes de la 18/19, por lo que, salvo sorpresa, habrá nuevo capítulo del ´10´ aquí.
Eso es lo que filtran tanto desde el entorno del utrerano como desde la planta noble del Coliseo de La Palmera. Como si de un pacto se tratrase: cobra fuerza el rumor de que su traspaso podría estar apalabrado para entonces. Resta el beneplácito del interesado, alrededor de quien Torrecilla planea construir un equipo competitivo. Aunque suene a tópico, el convencimiento es total en ese sentido.
Paradójicamente,
el Betis no se cierra a vender para crecer. A vender a algunos de los mejores, se entiende. La explicación reside en que la partida presupuestaria para la parcela deportiva el próximo verano será presumiblemente inferior a los 20 millones de euros, dado que la clasificación del equipo será peor con total seguridad que la del pasado ejercicio (uno de los baremos que se utilizan para repartir los ingresos televisivos), si bien es cierto que se espera compensarlo con el aumento del aforo (con la terminación de la nueva grada de Gol Sur) y el número de abonados. En cualquier caso, se escuchan
ofertas por todos los componentes de la plantilla, salvo Dani Ceballos, único intocable, por el que en tierras heliopolitanas se remitirían a la cláusula.
De momento, son varios los jugadores verdiblancos que han llamado la atención de otros clubes, especialmente de fuera de España. Por algunos, incluso, llegaron ya propuestas en firme. El Betis ya les ha puesto precio, colocando en el mercado a quienes no sobran, pero tampoco se consideran imprescindibles. Como se reflejó en la edición de ayer,
Piccini y
Durmisi son los primeros en asomarse a la rampa de salida. Adán y Pezzella, los siguientes. Todo sea por reinvertir lo máximo.