Poyet: "El Betis fue mi peor experiencia"

Poyet: "El Betis fue mi peor experiencia"
Poyet, seguido de Torrecilla, principal valedor del uruguayo. - S.B.
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Han pasado más de cinco meses desde que Gustavo Poyet fue cesado como técnico del Betis, pero en la cabeza del charrúa todavía ronda esa mala etapa que apenas duró 11 jornadas. El ahora entrenador del Shangai Shenhua ha hablado para As, y ha dejado algún que otro recado para todo el beticismo, tanto para la afición, como para la directiva y los propios futbolistas.

Sobre los aficionados: "Fue mi peor experiencia. Lo primero, yo fui a Sevilla exclusivamente por lo que conocía del Betis de los 90. Y me equivoqué, porque el Betis y la gente aficionada al Betis no es la de entonces. Ni se acerca. Han pasado muchas cosas desde que yo me fui de España: los descensos, las complicaciones internas, y de dirigentes, y cambio de presidente, y una cantidad de cosas que han influido muchísimo en lo diario del aficionado bético. Al final me echo la culpa yo, porque fui por una razón y esa razón no estaba".

El uruguayo hace hincapié sobre su claridad y sinceridad a la hora de decir las cosas, un hecho que, a su parecer, le pasó factura: "Hoy en día a poca gente le gusta que le digan la verdad, quiere que seas políticamente correcto; es más, si les puedes mentir, pues mejor. Soy honesto y explico mis razones, pero no les miento. Y yo creo que eso allí no gustó. En el primer partido del campeonato la gente abucheó al equipo de una manera incomprensible, inesperada, inaceptable, y me preguntaron si yo estaba de acuerdo con la afición, y dije que no". Y apela a la figura de algún verdiblanco de renombre que haga entender a la gente la situación actual: "Me gustaría que un bético famoso, el más famoso que esté vivo, le dijera a la gente bética la verdad. Pero no creo, y ojalá me equivoque, que haya uno que tenga el valor y la honestidad de decirle al bético lo que le tienen que decir".

También se acuerda de la directiva y los líos institucionales que sacuden al club: "Hay un montaje interno de muchas fuerzas políticas peleando por el poder del Betis. Y como en una campaña electoral la gente apoya a un lado, el que no apoya mata al otro. Al final sale perjudicado el equipo. Hay gente bética que necesita que el Betis pierda para que ellos puedan tener el poder. Y cuando eso pasa no tienes opciones de que el equipo funcione".

Poyet achaca los malos resultados al desconocimiento que poseía sobre la situación del equipo al inicio de su andadura y, además, 'aconseja' a los entrenadores que negocien con el Betis para hacerse cargo en un futuro: "Lo único que no hubiera aceptado es ir al Betis en la condición en que está hoy. Le diría a cualquier entrenador que se lo pensara dos veces y que antes averiguara bien todo. Lo que está claro es que fuimos profesionales al máximo, nos partimos la cara por el club. Me deja tranquilo que de esto hace ya cinco meses y el Betis está en el mismo lugar. No hay magos. Va a ser muy difícil que puedan lograr lo que creen que puede lograr el Betis".

Por último, reconoce al jugador verdiblanco que marca las diferencias y el cual se nota su ausencia cuando es baja: "Joaquín. Es el mejor jugador de ese equipo de lejos. El que entiende más, el que conoce más, el que sabe lo que va a pasar mañana antes que nadie", concluyó.