- ¿Es el Betis-Albacete de hoy un duelo especial para usted?- Por supuesto. Volver al Villamarín siempre es especial para mí, porque regreso a la que fue mi casa durante muchísimos años. La pena es que estoy lesionado y no podré jugar.
- Supongo que le hubiese gustado que hubiese tenido lugar un poco más tarde, ¿no?- Claro. Desde que subimos a Segunda, estaba pendiente del sorteo del calendario para saber cuándo nos tocaba jugar en Heliópolis. Y, sinceramente, deseaba con todas mis fuerzas que fuese en la segunda vuelta, ya que todavía me quedan un par de meses para estar recuperado. En cualquier caso, no queda otra que conformarse con lo que hay, sabiendo que, al menos, podré aprovechar para ver a la familia.
- ¿Cuál es el primer recuerdo que se le viene a la cabeza?- Curiosamente, me quedo con el último de ellos: el ascenso a Primera de la 10/11. Siempre estaré orgulloso de haberme marchado dejando al equipo en la máxima categoría.
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