El estadounidense recuerda su etapa por Europa, donde pasó por ligas como la de Finlandia, Polonia, Rusia, Alemania y Turquñia. Además, disfrutó de una etapa en Manresa donde marcó la diferencia.
Una vez recorrido estos países, el jugador se centra en su etapa con Unicaja y, con los medios del club, analiza cómo ha sido ese cambio entre tantas ligas: "Cada situación tiene sus propios retos, como ir de California y Estados Unidos a una ciudad muy pequeña en Finlandia como Nokia, como a dos horas y media al norte de Helsinki. Magnífica ciudad, gente increíble, gran afición. Pero es un gran cambio porque no hay durante el invierno, no por mucho tiempo. Y luego en Polonia, otra ciudad muy bonita, pero en ese momento el club no estaba pagando en los plazos, entonces te enfrentas a otra serie de circunstancias. No sé si he tenido experiencias malas como tal, tampoco quiero decir algo malo, pero es cierto que hay momentos difíciles para todos los jugadores; todos han tratado con un equipo o en un contexto donde te ves descontento, y realmente no quiero atacar a nadie".
Por otro lado, el jugador quiso comentar que "todos los jugadores están acostumbrados a que cuando vas a la universidad, al menos los estadounidenses, estás lejos de casa y echas de menos. La temporada de baloncesto es dura y larga. Dura todas las fiestas, excepto el verano, así que te pierdes Navidad, Pascua, Año Nuevo, Acción de Gracias, Halloween. Te lo pierdes todo sin estar con tu familia y en tu casa, así que creo que la transición de eso, a estar en el extranjero, sigues perdiendo lo mismo. Es más de lo mismo, por lo que me puedo acostumbrar a estar en tantos países distintos en los últimos años".
Tras esto, el pívot explica como fue el momento en el que fichó por el club malagueño: "Antes de venir a Unicaja, nunca podría haber imaginado que estaría en una situación como esta: un lugar donde quieres quedarte y quieres estar, también el representar un club como este. Viniendo de Turquía, cuando estaba en Galatasaray, con un comienzo difícil y luego mejoró al final, temporada que dura mentalmente para mí. Al volver a casa, fue algo así como 'la temporada fue una pasada' y yo estaba dándole vueltas a diferentes ideas. Y entonces Unicaja llamó y estuvimos pensando en esto y aquello. Llegamos aquí y nos enamoramos de todo lo que tiene que ver con el club, y nunca me hubiera imaginado que terminaría así.
La familia juega un papel fundamentak en las decisiones de los deportistas y sobre ello ha hablado Kravish: "Mi familia y yo hemos estado yendo de país en país, y por fin poder sentarnos y decir 'bien, este es mi lugar', es algo indescriptible". "Tengo un hijo alemán y otro malagueño proximamente". "No sé si puedo explicar por qué esta es la primera vez que he firmado de nuevo con el mismo equipo. Pero no puedo estar más feliz que esta sea la primera oportunidad. He firmado otra vez porque este es un equipo increíble, una organización increíble, el cuerpo técnico, la ciudad, los aficionados, todo lo que se pueda desear estar aquí. Y es maravilloso. Así que estoy muy contento y mi familia también". De esta manera explica el jugador la felicidad que siente en estos moments a nivel personal y deportivo.
Por otra parte, el jugador comenta cómo fue su etapa en Manresa, donde brilló con creces: "Mi etapa en Manresa fue muy buena. Venía de dos años en Rusia y cuatro años con un tiempo realmente frío, y venir a España, cerca de Barcelona, donde hace buen tiempo; además a la ACB, competición completamente diferente a los lugares donde había estado anteriormente, es una situación de alto nivel, donde todos los equipos pueden competir. Fue una gran experiencia, muy divertida, con grandes compañeros de equipo. Pero entonces llegó el COVID y se cerró todo, momento de locura al no saber qué estaba pasando exactamente, de lo que iba a suceder. Puede que mi recuerdo de ese año no fuese tan bueno porque fue una época muy alocada".