Esta pasada madrugada hemos presenciado una pelea pocas veces vista en la NBA (o en cualquier deporte). Magic y Timberwolves se veían las caras en Minnesota cuando todo saltó por los aires en los últimos minutos del tercer cuarto. Mientras el juego estaba detenido, Mo Bamba abandonó el banquillo de Orlando y se enzarzó a puñetazo limpio con Austin Rivers. Fue el inicio de una auténtica batalla campal que se saldó con hasta cinco expulsados…
Iniciada la trifulca, jugadores, árbitros y personal de seguridad acudieron prestos. Les costó frenar la pelea. Para cuando algunos empujaban y otros intentaban separar, los que iniciaron el incidente ya estaban rodando por el suelo sin intención de dar un paso atrás. Se montó una pelotera en la que ya costaba distinguir quién participaba en la disputa y quién buscaba acabar con ella. Por suerte, lograron separar a Bamba y Rivers, y con ello se empezó a dar por concluido el problema.
Costó que se rebajase la tensión. Aunque los jugadores de ambos equipos ya estaban apartados junto a sus banquillo, el encuentro se mantuvo detenido durante algunos minutos mientras los árbitros decidían qué jugadores merecían abandonar la cancha. En el caso de Bamba y Rivers no hubo discusión, tal y como acabó la disputa los mandaron a vestuarios. Tras la reunión de los colegiados, les acompañaron Taurean Prince y Jaden McDaniels por bando local y Jalen Suggs por parte de los visitantes.
La chispa que dio lugar a tal combate es difícil de discernir. Parece que fue Austin Rivers quien estando junto al banquillo de Orlando dijo algo a Mo Bamba que le hizo saltar. Sin embargo, el pique pudo venir de antes, ya que Bamba y su compañero Markelle Fultz le dijeron algo a Rivers cuando éste erró un triple junto al banquillo de los de Florida.
Hablan los protagonistas
Concluido el partido, y como siempre ocurre en la NBA, tanto Austin Rivers como Mo Bamba dieron su versión de los hechos. El guard de los Wolves se disculpó por la que cree fue una reacción inmadura por su parte. “No es un buen momento para mí. Me siento avergonzado. Soy el más veterano del equipo y me considero un líder. Estoy enojado por haber perdido y sentir que he tenido algo que ver en ello”.
En cuanto a Bamba, éste tiene claro que simplemente actuó para hacerse respetar y defenderse. “No voy a delatarle, pero no me gustó nada cómo me estaba hablando. En esa posesión fui a decirle que me respetase. Es cierto que me acerqué a él y le presioné, pero no pensaba que íbamos a pelearnos. Cuando me lanzó el puñetazo y, por suerte, erró, simplemente tuve que defenderme”, sentencia.
Por ahora no se conocen las sanciones que impondrá la Liga tras el incidente, pero el hecho de que Mo Bamba estuviese en ese momento en el banquillo (tienen prohibido abandonarlo) puede hacer que su castigo no baje de los dos partidos. Eso sí, ni esto frena el terremoto causado por la petición de traspaso de Kyrie Irving, quien podría reencontrarse con LeBron James.