Real Madrid y Baskonia han abierto la 30ª jornada de la temporada regular de la Euroliga con suerte dispar. Los blancos mostraron su fortaleza en su visita a Berlín para derrotar al Alba con un fantástico Hezonja, mientras que la escuadra de Vitoria luchó hasta el final en cancha del Partizán de Belgrado sin el premio deseado.
Para este miércoles 20 de marzo queda el partido del Barça en cancha del Fenerbahce, así como jugará el Valencia Basket en La Fonteta ante el Bayern Múnich, un choque clave en el que los valencianos necesitan vencer para seguir en la pelea por terminar alcanzando los playoffs.
El Real Madrid se garantizó el factor cancha en los playoffs de la Euroliga con un triunfo ante el ALBA en Berlín (79-86), buen augurio si se tiene en cuenta que será en la capital alemana donde se disputará la fase final por el título.
Los chicos de Chus Mateo, crecidos tras ganar el importante duelo de la Liga Endesa del fin de semana contra el Unicaja de Málaga, visitaba por primera vez el Mercedes-Benz Arena esta temporada y con las sensaciones que está dejando durante el torneo en lo que va de curso todo apunta a que estará en disposición de retornar a finales de mayo, cuando los cuatro mejores peleen por el estatus de campeón.
En cuanto a las actuaciones individuales, Hezonja fue el máximo anotador de los blancos con 22 puntos, mientras que Facundo Campazzo alcanzó los 14. Ya desde el banquillo, Yabusele sumó otros 17 tantos.
El Baskonia compitió, pero llegó tarde a Belgrado y cayó este martes contra el Partizan por 87-83 en un choque al que se agarró hasta el final, pero en el que los serbios estuvieron por delante de principio a fin en la vigésima novena jornada de la Euroliga.
El triunfo balcánico aprieta la lucha por entrar en el play-in y evita un paso de gigante de los vitorianos, que perdieron a Tadas Sedekerskis en la recta final por unas molestias en la rodilla.
Kevin Punter y los interiores Frank Kaminsky y Bruno Caboclo fueron los verdugos de un Baskonia que no se descolgó y soñó incluso con el triunfo gracias a la aparición de Markus Howard en la recta final, máximo anotador con 26 puntos.
Serio y constante en ambos lados de la pista sin necesidad de estar brillante, el Valencia Basket recuperó este miércoles la solvencia ante el Bayern Múnich, cortó con una racha de cuatro derrotas en la Euroliga de baloncesto y sumó un triunfo con el que recupera opciones de clasificarse para el 'play-in' aunque siga fuera de esa zona.
El equipo de Álex Mumbrú, que sorteó la pitada que se llevó en la presentación con una buena rotación, dominó con comodidad la primera parte pero no remató y en la segunda supo reponerse a la remontada del conjunto alemán, que se puso por delante en el inicio del último cuarto tras haber llegado a ir quince abajo. En el momento más complicado, la figura de Justin Anderson complementó la labor que habían hecho Damien Inglis, Semi Ojeleye y Chris Jones para ganar 70-68.
El Barça perdió la compostura y el 'basket-average' con el Fenerbahce Beko (88-74), que encadenó su séptima victoria en el Ülker Sports Arena y ya acecha la segunda plaza del equipo azulgrana, del que le separa solo una victoria en la clasificación.
En una semana en la que los de Roger Grimau tendrán que escalar su particular Tourmalet con su vista al OAKA de Atenas para medirse también al Panathinaikos, el equipo azulgrana no solo perdió la compostura en el partido que suponía el reencuentro de Sarunas Jasikevicius con el Barça, sino también la diferencia de +8 lograda en el Palau Blaugrana ante un hipotético desempate. Sí, lo perdieron.