El regreso de
Setién al
Benito Villamarín, en condiciones normales, vendría precedido de la habitual controversia entre sus defensores y detractores, que suele aparecer cada cierto tiempo en función de un resultado u otro. Sin embargo, el debate no está aquí sino que ya viene desde
Barcelona tras la
eliminación copera, la derrota de hace dos semanas ante el
Valencia o el triunfo in extremis frente al
Levante de hace una semana, en el que el
Barça fue menos 'setienista' que incluso lo era el propio
Betis en sus peores momentos de la pasada temporada.
El escudo que el técnico cántabro representó para la directiva se ha desgastado rápidamente y aunque todo -o casi- se ha centrado en si el problema era
Valverde u otro muy distinto, cada vez se está mirando más hacia arriba y no tanto hacia el banquillo. Y en partidos como el de mañana, en el que el
Barça llegará con lo justo de efectivos, con más de un parche en el lateral diestro y dudas en el centro del campo; y enfrente tendrá a
Aleñá y a
Emerson... sus errores quedan más al descubierto.
En una época en la que triunfan entre los aficionados los programas de managers -'comunios', 'místeres', 'ligas fantasy' y demás-, la composición del equipo blaugrana recuerda cada vez más a la de ese jugador que decide fichar a
Messi -y/o a
Ronaldo en su día- y se queda con el dinero justo para hacer el resto del equipo. Algo que pocas veces suele acabar con el triunfo en el campeonato.
El
Barça, este año, aumentó aún más su apuesta por las estrellas con la llegada de
Griezmann, se aseguró a dos de las cuatro o cinco grandes figuras mundiales, mantuvo un once competitivo y caro y un 'plan B' con demasiadas carencias, que han quedado más al descubierto cuando se han ido
Aleñá, Todibo, Carles Pérez..., se ha lesionado
Suárez y ha querido fichar en el mercado invernal y no tenía 'cash' para obtener un futbolista de primer nivel.
Lo peor es que no es la primera vez que esto ocurre. Y mientras que
Florentino parece haber aprendido de ello y no ha vuelto a hacer un
Madrid galáctico, con una segunda unidad a años luz de la primera,
Bartomeu -o, mejor dicho,
Abidal- ha caído en el mismo error que su club ya cometió en la 07/08, cuando logró reunir a
Deco, Ronaldinho, Henry, Messi y Etoo, y tampoco ganó nada.
Setién será mañana el centro de atención. Su equipo, por lógica, parte como favorito y un triunfo en el
Villamaría puede volver a aplazar el debate, pero a nadie escapa que con 14 o 15 jugadores, tarde o temprano y pese a
Messi, el rendimiento se resiente. Y a la larga ese plan está abocado al fracaso. Jugando 'como Cruyff' o de la forma que sea.