El triunfo de Jannik Sinner en el Open de Australia le ha situado en el centro de todas las miradas. Después de que acabara la temporada superando a Djokovic en la Copa Davis de Málaga y de que haya arrancado el año repitiendo gesta en Melbourne no han faltado voces que lo sitúan ya como el mejor tenista del momento, pese a que aún ocupa el cuarto puesto del ránking ATP.
El italiano demostró ser el mejor en el primer Grand Slam de la temporada. Sólo perdió un set -ante Djokovic- antes de la final y, en ella, remontó dos sets ante un Daniil Medvedev que le había sorprendido en el inicio del partido.
En Italia no deja de tener todo tipo de homenajes y recibimientos y allí también reflejaba cuáles van a ser sus objetivos a partir de ahora. Jannik Sinner, en este sentido, demostraba tener los pies en la tierra e ir paso a paso.
"Aún no hemos hablado de esto -sus próximos objetivos- porque mi gran meta este año era mejorar mi rendimiento en Grand Slams. No han ido mal las cosas en el primero, pero quedan otros tres. Me haría ilusión mejorar lo que hice en Wimbledon el pasado año -semifinales-, pero voy a ir a cada torneo que dispute con la intención de ganar", advierte el italiano, quien asume que sus opciones en tierra batida bajan con respecto a algunos de sus compañeros, de ahí que apunte a la hierba londinense, donde siempre ha tenido grandes resultados.
Sin embargo, hay una cita sobre arcilla que le hace especial ilusión y que también se juega en Roland Garros. "Debo reconocer que los Juegos Olímpicos serán un momento clave para mí y pueden ser determinantes para marcar mi desarrollo personal. Quiero conocer a los mejores deportistas del mundo y aprender cosas de ellos. Al no jugarse todos los años, será uno de los eventos más importantes en mi calendario", añadía el campeón del Open de Australia.
Ése es el mismo reto que Djokovic y Carlos Alcaraz se han puesto para este año e, incluso, si llega bien, en el que se espera a Rafa Nadal, al que la ITF ha dejado claro que le invitará en caso de desearlo.
Sinner también se refirió a la lucha por el número uno del mundo que se le ha puesto a tiro tras ganar en Melbourne, ya que no defiende tantos puntos en los próximos meses como algunos de sus rivales y, en especial, como un Carlos Alcaraz que ganó más de 6.000 de sus puntos entre marzo y julio de 2023. "Cuando las cosas van bien siempre quieres más. Lo mío siempre ha sido ganar un Grand Slam, y ahora que lo he conseguido quiero volver a experimentar lo que se siente al conseguirlo", advierte antes de señalar que no piensa en su futuro más allá del próximo día de trabajo. "Lo mejor que puedo hacer es volver a entrenar duro pronto. Hay una gran diferencia entre ser top-5 y pasar luego al top-3, y más aún hasta llegar al número 1. Yo ahora soy el cuarto del ranking, así que tengo mucho que hacer hasta llegar a lo más alto", añade.
En este sentido, el tenista italiano tiene claro que aún tiene mucho que mejorar para poder ser consistente en la cima. Sólo ha sido su primer título en Gran Slam... "He dado un paso muy importante a nivel mental a la hora de cómo afrontar situaciones importantes en determinados encuentros, pero sé que tengo mucho margen de mejora. Soy plenamente consciente de que debo seguir fortaleciéndome en el gimnasio, también puedo sacar mucho mejor y, en definitiva, tengo que intentar mejorar todos los aspectos del juego", sentenciaba.