Es el más antiguo y, por ende, el más prestigioso torneo de tenis. Y son muchos los que piensan en el Reino Unido que ya es hora de la renovación para seguir siéndolo. Pero también otros que lo rechazan.
Así, el torneo de Wimbledon ha recibido el primer visto bueno para su futura expansión. El Ayuntamiento de Merton, el barrio en el que está localizado el torneo, ha recomendado la aprobación de la construcción de un estadio con capacidad para 8.000 personas y 38 pistas adicionales.
El All England Club, que regenta el tercer Grand Slam de la temporada, compró en 2018 por 70 millones de euros los terrenos cercanos al club, los que están localizados en Wimbledon Park y que aún siguen siendo un club de golf, para llevar a cabo dicha construcción. Sin embargo, esto requiere de varios permisos, por el impacto medioambiental que pueden llevar a cabo estas obras en un paraje natural. Y cinco años después Wimbledon ha conseguido que se dé el el primer paso adelante.
No obstante, pese a que se espera que este plan reciba el visto bueno el próximo 26 de octubre, los opositores a estas obras han recogido ya más de 13.000 firmas bajo el lema "Salvemos Wimbledon Park". Iain Simpson, presidente de la asociación, aseguró que están decepcionados, pero no sorprendidos por esta decisión.
"Creemos que el sentido común reinará a largo plazo, porque todas las objeciones que hemos hecho en los últimos dos años y medio son válidas. Decir que estas obras no van a tener importantes efectos adversos es surrealista cuando planean aplanar y destruir lo que actualmente es un área de 30 hectáreas muy importante para la conservación de la naturaleza", añadió Simpson.
Fleur Anderson, diputada por Putney, Southfield y Londres, agregó su decepción por la decisión y aseguró que "generaciones de vecinos han luchado por tener acceso a un espacio verde" y que deben continuar luchando por ello.
Una vez este proyecto reciba luz verde el próximo 26 de octubre, pasará a estar en manos del alcalde de Londres, Sadiq Khan, y de las autoridades pertinentes de la capital
En el mejor de los casos para Wimbledon, las pistas no podrían empezar a utilizarse, como pronto, hasta 2030. El objetivo del All England Club con este proyecto es ampliar sus limitados terrenos, poder disputar la fase previa en el propio club -actualmente se juega en Roehampton, a varios kilómetros de Wimbledon-, y aumentar el número de canchas disponibles, ya que, para competición, solo posee 19.