Carlos Alcaraz y los seguidores del tenis en general y del tenista murciano en particular tenían marcado el 29 de septiembre en el calendario. Esta era la fecha en la que el jugador, número 2 del Ranking ATP tenía previsto su regreso a las pistas.
El escenario era el ATP 500 de Pekín con el partido de dieciseisavos de final ante el alemán Yannick Hanfmann que venía de la fase previa y que ante Alcaraz tenía posiblemente, el rival más duro de todo el torneo. El tenista español parte en este torneo que inicia la gira asiática como primer cabeza de serie ya que Djokovic anunció hace unos días que no participaría en los torneos asiáticos para poder descansar y estar en las mejores condiciones al final de la temporada.
El partido, aunque pudiese parecer lo contrario por la diferencia en el Ranking ATP entre ambos tenistas, no iba a ser sencillo para el español que llevaba bastante tiempo sin competir. El US Open fue la última vez en la que los amantes del tenis pudieron ver al número 2 del mundo y fue cayendo en semifinales del Grand Slam norteamericano.
Tras este tiempo, Alcaraz empezó el primer set rompiéndole el servicio a su rival en el tercer juego del partido pero fue incapaz de afianzar el break en el siguiente servicio. Ahí no quedó la sucesión de roturas ya que Alcaraz volvió a romperle el saque a Yannick tras 6 bolas de break.
Con el 3-2 y servicio a favor, parecía que de ahí al final del primer set la cosa se allanaba, pero nada más allá de la realidad, hubo dos roturas más (una para cada protagonista) y tras 52 minutos, Alcaraz se llevaba la primera manga.
El tenista murciano debía mejorar en la segunda manga el saque, especialmente el hecho de cometer dobles faltas, ya que en el primer set cometió 4 por 1 de su rival. El segundo y definitivo set. También tenía margen de mejora en el porcentaje de primeros servicios dentro (59% en el primer set) y vaya si lo hizo, estando este porcentaje por encima del 70 por ciento.
Fue en el tercer juego con empate a 1 cuando Alcaraz le rompió el servicio a Hanfmann. De ahí al final, ambos mantuvieron su servicio excepto en el último en el que Alcaraz tuvo 3 bolas de partido para terminar llevándose el encuentro tras 1 hora y 37 minutos.