Marta Sánchez3 min lecturaHoy en día Rafa Nadal es uno de los mejores deportistas de España y del mundo. Su trayectoria en el tenis es digna de admirar, con un palmarés envidiable, y una personalidad que se ha ganado el respeto de toda la audiencia. Por ello, hoy es uno de los grandes días en su historia en el tenis. El 15 de agosto es el aniversario de la consecución de su primer título ATP. Este jueves se cumplen 20 años desde la primera vez que se subió al escalón más alto del podio.
El 15 de agosto de 2004 un joven Rafa Nadal estaba a punto de revolucionar el mundo del tenis. Con sólo 18 años y 73 días el español levantó su primer título ATP. Nadal consiguió la victoria del torneo de Sopot derrotando a José Acasuso con un resultado final de 6-3 y 6-4. En este partido final el de Manacor no concedió ningún set y estuvo superior a su rival, lo que le permitió dar el primer mordisco a su medalla de campeón. De esta forma, entró por primera vez en el top 50 del ranking, ocupando el puesto 48.
Este fue el único título del balear este año, pero abrió la veda en la tierra batida, en la que la siguiente temporada conquistó dos Masters 1000, el de Montecarlo y el de Roma. Desde entonces el español dejó constancia de su talento, que fue puliendo poco a poco y que le ha llevado a convertirse en una auténtica leyenda de este deporte.
Desde aquel 15 de agosto de 2004 el español no ha parado de cosechar éxitos. Quién le iba a decir a aquel joven Rafa todos los trofeos que añadiría a su vitrina. En estos 20 años el mallorquín ha conseguido 22 torneos de Grand Slam. Por algo le conocen como el rey de Roland Garros, siendo el tenista que más veces ha conquistado el suelo francés, en 14 ocasiones. El resto de estos títulos se reparten en sus dos triunfos en el Open de Australia, otros dos de Wimbledon y cuatro del US Open.
Por otra parte, suma 92 títulos ATP, sólo por detrás de Djokovic con 99, en una competición en la que debutó a los 15 años. Entre ellos destacan su 36 triunfos en los Masters 1000, al igual que las cinco Copa Davis y dos oros olímpicos, que suponen un palmarés digno de los mejores tenistas de la historia.