No pudo el
Sevilla FC romper la muralla del
Alavés, que, en cambio, gozó de más y mejores ocasiones para llevarse los tres puntos, que fueron, finalmente, dos, uno por bando, seguramente una renta insuficiente para los objetivos de ambos. Sabe a muy poco a los de José Luis
Mendilibar, que tuvieron contra las cuerdas en ciertos momentos al segundo clasificado de
LaLiga, pero que fueron incapaces de aprovechar su media docena de ocasiones claras, varias de ellas abortadas por un brillante Yassine
Bounou, que ha vuelto de la
Copa de África tan bien o, incluso, mejor de lo que se fue, aunque
Rioja, Edgar, Joselu y Pere Pons desperdiciaron otras muy claras.
Tampoco sirve de mucho el 0-0 al cuadro de Julen
Lopetegui, que no materializó en más llegadas su
66% de posesión. En realidad, las estadísticas, frías en el análisis las más de las veces, hablan de
dos disparos entre los tres palos del cuadro visitante, aunque solamente la que tuvo sobre la bocina
Munir, a las manos de Pacheco al pegarle mal a bocajarro en el área pequeña, se antojó lo suficientemente clara como para haberse llevado un triunfo quizás inmerecido, pero que nadie habría podido retirar del casillero. El Sevilla seguirá con un colchón suficiente sobre los demás aspirantes a la
Champions League y haciendo la goma con el
Real Madrid, aunque partidos como el de esta noche fría y lluviosa en Vitoria son los que te dan o te quitan objetivos grandes.
La fortaleza en el
Ramón Sánchez-Pizjuán está salvando los muebles nervionenses. En términos muy generales, claro, porque poco puede objetarse al único capaz de soportar desde cerca el
tirón del líder del campeonato regular español, segundo clasificado desde hace muchas semanas. Vivo todavía en
Europa League, la
plaga de lesiones que soporta a lo largo de la temporada, que nunca parece remitir, y las lagunas de la planificación en puestos claves como el eje de la defensa están pasando factura en la recta final a los pupilos del técnico guipuzcoano. Por suerte, la notable temporada de los hispalenses todavía puede alcanzar el
sobresaliente, con mucho camino por recorrer en un torneo del que puede presumir de ser hexacampeón y una Liga muy abierta. Por desgracia, la UCL (pese a formar parte de un grupo aparentemente sencillo) y la
Copa del Rey (tras caer en octavos ante el
eterno rival, a la postre finalista) son ya historia en la Avenida Eduardo Dato.
Puede repasar en nuestra
galería.