"Muy
contento por el gol. Me da mucha alegría, porque sabía que son tres puntos muy
importantes para lo que viene. El equipo se lo merecía por su
mentalidad, por no rendirse nunca", comenzaba su alocución el
Papu Gómez, artífice del triunfo del Sevilla en Balaídos en un partido loco en el que los de
Lopetegui se pusieron por delante, se vieron remontados, empataron en dos ocasiones y terminaron dando la vuelta al marcador en las postrimerías.
"Creo que el
trabajo a la larga siempre paga, y me estoy
matando para conseguir mi mejor versión. El grupo, los chicos, me ayudan mucho", seguía el argentino, que no se sorprendió por el devenir del choque: "Sabíamos que el
Celta era así. Preparamos el partido conforme a eso. Tienen jugadores poderosos de mitad de cancha para arriba. Sabíamos que sería complicado, aunque no que nos marcarían tantos goles. Por fortuna, anotamos más. En el descanso, el míster nos dijo que había que aumentar la
intensidad e ir arriba a
remontar. Todo el equipo, desde Bono hasta los que entraron, hizo un gran esfuerzo; queríamos esta victoria, pues sabíamos de su importancia, y nos volvemos muy contentos a Sevilla".
Por último, dentro de la
cautela, el ex del Atalanta no cierre ninguna puerta a la ambición en su comparecencia ante los medios oficiales: "Es un buen colchón de puntos con los de atrás, pero la idea es mirar hacia arriba. Lograr este cuarto puesto y, todo lo que venga,
bienvenido sea".