Un mes llevaba el
Mudo Vázquez sin pisar el terreno de juego. Su ostracismo en la presente temporada le lleva a contabilizar apenas 258’, pero el argentino es diferente, una de las debilidades de
Monchi, como muchas veces ha reconocido, y en apenas 4’, los que jugó frente al
Elche este miércoles le bastaron para volver a dejar huella cerrando el partido con el 2-0, gol materializado de tacón.
"Uno cuando juega, aunque sea un rato, se pone contento, trabaja para eso y cuando le dan la oportunidad lo está. Luego también el resultado, que era importante para estar más cerca del objetivo”, declaró a los medios oficiales del Sevilla FC, explicando los motivos de sus lágrimas: "
Uno cuando no juega tiene mucha bronca y contención. Fue un momento emotivo, no sólo por no jugar. Somos personas y tenemos problemas familiares que no se ven. Fue un conjunto de cosas y por eso me quebré, pero uno está contento y ya más despejado para pensar en lo que viene".
Pese a no jugar desde el 6 de febrero ante el
Getafe, el Mudo no ha bajado los brazos, una actitud destacada por su entrenador, Julen Lopetegui. "
Siempre he trabajado como uno más, dándolo todo e intentando disfrutar el día a día con los compañeros. Creo que va por ahí. Le agradezco las palabras y a seguir trabajando para esperar otra oportunidad”, indicó.
Respecto a su golazo, reconoce que ya s uno de sus favoritos: "Calenté casi todo el segundo tiempo y sabía que había jugadores tocados. Se abría un poco el hueco y claro, contento cuando me llamó. Cuando uno espera para salir piensa ya en jugadas y en aportar lo suyo dentro del campo. Todos los goles son especiales.
Es lo más lindo del fútbol, pero dada la situación y el poco protagonismo, además de cosas que me han pasado en lo familiar, tiene un lugar más especial".
Por otro lado, no esconde que está siendo una temporada complicada. “Yo empecé a jugar cuando era pequeño porque me hacía feliz. Uno sin protagonismo está triste, pero son decisiones que hay que respetar y siempre intenté tener la cabeza fuerte, esperar la oportunidad y ser un poco cabeza dura. Eso es lo que me ha inculcado mi familia y lo que trato de hacer día a día. Obviamente hay entrenadores a los que le gustas más, pero esas son decisiones y uno trata solo de hacer su trabajo y con eso me voy tranquilo”, reconoció.
Pase lo que pase en su futuro, el Mudo afirma que el Sevilla FC siempre ocupará un lugar especial en su trayectoria: “Es un club que pelea cosas importantes, es exigente y aquí creo que llegué a mi máximo nivel jugando finales, cuartos de final de Champions... Es un club muy especial, una familia desde que entré y es complicado estar muchos años aquí porque siempre hay cambios.
Quedarme tanto es un logro y me queda poco, pero trato de disfrutar de la gente, siempre agradecido por cómo me han tratado desde que llegué”.
Por último, destacó la valía de los últimos tres puntos sumados frente al Elche. "Sabíamos que tras el derbi era muy importante para seguir agrandando esa diferencia con el quinto. Estamos por el buen camino, falta lo del sábado pero venimos bien. Estamos con ganas y el parón nos vendrá bien para descansar un poco de cara al último mes y medio. Yo me entreno para jugar en el once y si no trataré de estar entre los cinco que entran. No va a cambiar nada, aunque lógicamente vendrá bien el descanso para recuperar piernas a todos los jugadores que han jugado más. Mi forma de entrenar y de entregarme al equipo no va a cambiar. Seguiré peleando como todo el año y si no, esperar como hice siempre”, finalizó.