La principal amenaza del
Sevilla FC en el encuentro de este martes en el Westfallenstadion de
Dortmund, en la vuelta de los octavos de final de la
Champions League, tiene nombre y apellidos:
Erling Braut Haaland. El joven delantero noruego ya se exhibió en el 2-3 de la ida en Nervión con un
doblete y una asistencia que elevaron sus guarismos a la espectacular cifra de
18 goles en sólo 13 encuentros en la máxima competición continental.
Haaland
sólo se ha quedado sin marcar en dos partidos de los 13 que lleva en la
Liga de Campeones, por lo que el reto del Sevilla FC se centra en hacerle vivir su tercera mala noche. Ya sea con el tocado
Bono, con el discutido
Vaclik o con el canterano
Alfonso (que ya jugó este curso ante el Chelsea), la consigna es la misma: gran parte de las opciones de clasificarse para los cuartos de final pasan por frenar al internacional noruego.
No será sencillo. Hace justo un año, la prensa nórdica situaba a
Haaland en la órbita del Sevilla FC, que acabó fichando a Youssef
En-Nesyri del Leganés por
20 millones de euros; la misma cifra que el Borussia Dortmund pagó al
RB Salzburgo, donde el implacable goleador nórdico había llegado sólo 12 meses antes con el complicado reto de suplir al exnervionense
Munas Dabbur, que
no dudaba en recomendar a Monchi el fichaje de su amigo.