El entrenador del Barcelona, el neerlandés
Ronald Koeman, consideró que el 2-0 sufrido por su equipo este miércoles en
Sevilla en la ida de las semifinales de la
Copa del Rey "es un resultado que premia demasiado al Sevilla" aunque estimó que "falta otro partido y habrá que tratar de estar en la final".
Koeman explicó que el defensor francés
Clement Lenglet "no ha tenido problemas físicos, no ha jugado por una decisión técnica" pero le ha dado descanso porque "hay poca gente atrás y hay que tratar de tener a todos disponibles" porque, además, no cree que "haya que culpar a Umtiti en las jugadas" de los goles del Sevilla.
El técnico barcelonista explicó que hizo "sólo dos cambios porque no había razones para hacer más", ya que "el equipo estaba bien" a pesar de haber obtenido un resultado que "complica la vuelta", pero advirtió que "en casa se pueden hacer cosas muy buenas".
Koeman alabó al
"portero -el marroquí Yassine Bono- y los defensas del Sevilla" al afirmar que "han estado muy bien", aunque cree que el rival había "generado muy poco" para marcar dos tantos a un Barcelona que peleó "hasta el final intentando hacer un gol importante".
El preparador culé señaló que "el arbitraje" de
Mateu Lahoz "en general ha estado bien aunque todo el mundo dice que la jugada" de Jordi Alba con Suso en la decretó falta fuera del área "es penalti" e ignora "por qué el VAR no ha entrado".
Koeman insistió en reconocer que "la vuelta es complicada con el 2-0" y lamentó que su equipo no lograra un tanto porque "un gol de fuera de casa es importante".