Desde el pasado verano José Luis Martí se encuentra al frente del peculiar proyecto del Leganés, que subió a Primera contra todo pronóstico y ha regresado a la categoría de plata convertido en un transatlántico.
Un reto para quien ha acariciado varias veces el ascenso desde los banquillos sin llegar a conseguir ese premio. Con los mimbres necesarios para intentarlo de nuevo es ambicioso, pero sin perder nunca el sosiego y la paciencia.
Pregunta:
¿Cuál es el mayor vicio que detectaba en los entrenadores cuando jugaba y del que huye ahora como entrenador?Respuesta: Me gusta transmitir tranquilidad. Cuando he tenido entrenadores que no transmitían la tranquilidad necesaria al jugador... esas son las cosas, a lo mejor. Es muy importante saber la dificultad que un futbolista tiene en el terreno de juego y transmitirles tranquilidad sabiendo que cada acción es importante, que cada pequeño detalle puede condicionar el resultado.
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Juegan su eliminatoria de Copa contra el Sevilla FC en casa y este curso han demostrado ser más fuertes en Butarque. ¿Por qué?R: El equipo ha hecho buenos partidos también fuera pero hemos tenido menos acierto de cara a puerta. Al final los resultados son los que son e incluso en algún partido en casa hemos ganado y no lo merecíamos porque el rival nos había sometido. El acierto condiciona mucho la situación de la que estamos hablando. En casa nos encontramos bien, fuertes, confiados. ¿Por qué no vamos a pensar en pasar a la siguiente ronda?.
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Que el gol no llegue no será por falta de inversión en verano. ¿Es una presión añadida para usted gestionar una plantilla con tanta calidad individual en Segunda?R: Sí, por supuesto. Cada uno de los 29 futbolistas tiene su momento de estado de forma, su momento de estado anímico, y cada entrenador tiene que gestionar todo eso. Tengo la gran suerte de tener un gran grupo, muy implicado, que trabaja desde el minuto uno hasta el final. Los que juegan menos y los que juegan más. Con muchísima intensidad, sin bajar los brazos. Eso al entrenador le facilita las circunstancias.
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Son jugadores con mucho cartel y eso implica una exigencia.R: Esa es la exigencia que trasladamos desde el cuerpo técnico. Mucha gente que me conoce me cataloga de demasiado autoexigente y esa autoexigencia también se la pido a los jugadores en los entrenamientos y en los partidos. Cada uno tiene que dar su máximo nivel, no podemos permitirnos el lujo de que alguno no trabaje al cien por cien en lo que requiere esta competición.
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¿Entiende que haya gente a la que le sepa a poco los puntos que lleva el equipo?R: Entiendo y comprendo a todas las personas que puedan valorar la clasificación, el puntaje que lleva el equipo. Yo valoro mucho eso. Soy de las personas a las que les gustaría llevar muchos más y creo que con el esfuerzo que estamos haciendo así debería ser.
Tenemos que buscar soluciones para conseguir más puntos, ni más ni menos. Estamos en una puntuación en la que normalmente en Segunda estaríamos en puestos muy cercanos al ascenso directo. Ahora estamos más alejados pero con la creencia y el convencimiento de que vamos a estar peleando por el ascenso, sin ningún tipo de dudas.
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Pero usted que lleva mucho tiempo en esto... ¿considera que con público en las gradas se habría escuchado ya algún pito?R: No lo sé, sinceramente. No podría contestarlo. Lo primero porque no he podido conocer a la afición del Leganés 'in situ'. Ojalá, me encantaría. De todas maneras al final los pitos y los aplausos son parte del fútbol y los echamos de menos. Todo lo que sea por parte de la afición de ayudar, de exigir a los jugadores y al entrenador, es parte de la comunión que tiene que haber entre afición, cuerpo técnico y jugadores.
Yo soy de los que piensa que nuestro trabajo va a tener su recompensa, no tengo ninguna duda. Les veo trabajar en el día a día y confío muchísimo en mis jugadores, en mi trabajo. Sé que al final de temporada vamos a estar peleando por el objetivo.
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Tiene una plantilla muy amplia pero... ¿le gustaría que hubiera salidas suficientes como para tener caras nuevas?R: Yo lo que me planteo es el tema de que somos muchos. Vamos a ver cómo se mueve el mercado, a respetar las decisiones de los jugadores y de sus pensamientos a la hora de trabajar durante lo que queda de campeonato. A partir de esta situación vamos a gestionarlo.
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¿Le ha dicho Jonathan Silva que se quiera ir en invierno?R: No.
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¿Cree que terminará la temporada en el Leganés?R: Nada me hace pensar a día de hoy lo contrario.
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Le pregunto también por el caso de Michael Santos. Volvió en el mercado estival, ha tenido oportunidades, pero se lesionó. Ha dejado de contar minutos. ¿Es fruto de esa lesión o de que son otros los que juegan?R: No está disponible. Al no tenerle disponible, no puede jugar.
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¿Lo suyo entonces ha sido más grave de lo que parecía en un primer momento?R: Sí. No lo tenemos disponible y al no tenerlo disponible no podemos contar con él. Cuando le hemos tenido disponible hemos contado con él y nos ha dado muchas cosas.
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Aparte de que pueda contar con él. ¿Le gustaría reforzar el ataque en invierno?R: No me planteo la llegada de ningún futbolista si no tenemos alguna que otra baja en el grupo porque tenemos 25 fichas profesionales. Ahora mismo plantearse eso es algo que no es viable.
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¿Encaja el club con las expectativas que tenía cuando fichó por él?R: Es un grupo muy familiar. Gente muy humilde, muy sencilla, que quiere basarlo todo en el esfuerzo y el trabajo. Me he encontrado un grupo muy familiar en el que todos colaboramos en todo lo que podemos y esa es una base para conseguir los objetivos.
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Una de las figuras que se ha asociado al crecimiento del Leganés en los últimos años ocupaba su puesto. Hablo de Asier Garitano. ¿Su sombra sobrevuela todavía por encima de Leganés?R: Hay que tener el respeto y sobre todo la admiración por un trabajo como el que ha hecho, es uno de los grandísimos entrenadores que hay en el fútbol español. No tengo ninguna duda. Pero es que además con todas las personas que hablo aquí y cuando he tenido la gran suerte de compartir momentos con él, ha demostrado que no solo es un grandísimo entrenador sino también una excelente persona.
El trato que tiene con todos es maravilloso. Hay que valorar el esfuerzo que han hecho esas personas por el crecimiento del club. Esa sombra a mi no me afecta sino todo lo contrario, lo que hace es motivarme mucho más para intentar conseguir el máximo de objetivos posibles y poder igualarme, que será muy complicado.