1.- La segunda resurrección de En-Nesyri que vale una millonadaLa diferencia está en la coma. Si hubiera escrito la segunda resurrección de En-Nesyri, que vale una millonada, me estaría refiriendo a los 20 millones que el Sevilla pagó por su fichaje y en los que casi todos piensan cuando le ven saltar al campo con evidentes carencias técnicas. Sin la coma, indica
los 2'7 millones de euros por el triunfo ante el Krasnodar y los 9,5 millones de euros por el pase virtual a octavos que ingresará el Sevilla gracias a la profesionalidad y la rabia goleadora de un delantero de sólo 23 años con un amplísimo margen de mejora.
Mentalmente es fuerte. Ha vuelto a demostrar que el golpe anímico de la final de la Supercopa puede ser una catapulta al cielo más que empujón al infierno. Ya resucitó una vez ante el Levante con su gol en el 92.
Monchi salió a respaldarle en redes sociales. "La vida siempre te ofrece revanchas. Te lo mereces @ennesyri9", dejó escrito lapidariamente el director deportivo del Sevilla F.C. Ese gol mantiene vivo en LaLiga a un Sevilla con dos partidos menos, pero que ya acumula tres derrotas, y consecutivas. Anoche En-Nesyri volvió a salir como caballo desbocado a comerse el césped del Sánchez-Pizjuán y volvió a masticar la gloria. Si pone la misma actitud que pondría un delantero que siente el escudo como Carlos Fernández, y además marca goles decisivos, tal vez merezca la pena esperarle.
2.- La suerte no existeDe un posible penalti a favor que hubiera allanado el triunfo, a una falta en contra con golazo de Suleymanov y penalti en contra. En tres minutos de infortunio, se pone cuesta arriba un partido que era, como avisó Lopetegui en la previa, de Champions, "insisto, de Champions", dijo. Una competición en la que, como diría Aragonés, "el más tonto hace relojes de madera". También dijo el Zapatones, "mejor que Sabio porque no sé nada", que "la suerte no existe. Existe la buena suerte y la mala suerte". Recurrir a la fortuna en fútbol siempre suena a excusa. Cuanto más trabajo, más buena suerte.
Y justamente el trabajo dio al Sevilla el valiosísimo triunfo de ayer. En inferioridad toda la segunda parte, siguió siendo dominador y el equipo encontró, aun chocándose muchas veces con las maderas de la mala suerte, el premio al sacrificio.
3.- Un abrazo a KoundéTres minutos para olvidar. Una falta al borde del área que supuso el 0-1 y un penalti por un mal control que dejó al Sevilla con un 0-2 en contra complicadísimo. Tras los fallos, se le notó nervioso en alguna acción y Lopetegui, más que un castigo, le echó un cable. Lo mandó a la grada y allí estaba el francés con cara de niño al que le han robado la bicicleta nueva el día de los Reyes Magos. Si no fuera por las distancias de seguridad a las que obliga el maldito coronavirus, cualquier compañero se le habría acercado para darle un abrazo anímico a quien tantísimo ha aportado al Sevilla en tan poco tiempo. Con la humildad que se le intuye, seguro que de los errores nace un central con más categoría y clase de la que ya atesora.
4.- Los dobles cambios de LopeteguiCambió el guion sobre la marcha. Como en un buen programa de radio, Lopetegui tenía el suyo propio, pero el directo le dio un giro a lo trabajado antes de salir en antena. Y como buen director, demostró que en fútbol, como en la radio, no hay mejor improvisación que la que no está improvisada. Cuando hay tanto trabajado previamente, se desarrolla el reflejo mental de los buenos profesionales para improvisar y tomar las decisiones acertadas. Lopetegui acertó. Con los datos objetivos o la intuición que le envió su mente, sentó a un nervioso Koundé y a un Escudero cumplidor para retrasar a Gudelj al eje de la zaga, introducir a Óscar Rodríguez en la zona ancha, y dar mayor profundidad al carril zurdo con Acuña. Le salió bien y el Sevilla acortó distancias. No fue el único doble cambio y no fue su único doble acierto. El empate no llegaba, el equipo acusaba el cansancio y dejaba espacios, y recurrió a Fernando (por Jordán) para recuperar el equilibrio perdido en inferioridad y a En-Nesyri por Munir para dar mayor velocidad y mordiente arriba. Con En-Nesyri llegó la remontada. El último cambio, Rekik por De Jong, tenía esos matices conservadores que te hacen pensar lo peor. En esta ocasión, no había otra solución porque el equipo estaba un poquito mejor que fundido.
5.- La segunda expulsión de NavasPara Navas no hay reproche posible. Hizo lo que debía, expulsión justa. La segunda en su infinita carrera deportiva. ¿Habría supuesto el 1-3 de no hacer la falta? ¿Habría parado Vaclik el mano a mano? Sin futbol ficción, la realidad dejó al Sevilla con diez, pero ganó.
6.- El compromiso de Lucas OcamposA veces no elige el momento oportuno para encarar o desgasta pulmones en carreras innecesarias -esto segundo no lo hizo ayer-, pero no se le puede negar el compromiso que añade a su indudable calidad. Se entrega en la izquierda, aunque brilla mucho más en la derecha cuando está Navas, y anoche en ausencia del capitán se hizo dueño del carril trabajando como el que más y ayudando al equipo a lograr un triunfo de oro.
7.- Óscar Rodríguez se suma a la competencia; debuta RekikLe dio Lopetegui la oportunidad en su primer doble cambio y fue de menos a más para subirse a la dura competencia en el centro del campo del Sevilla. Tuvo un par de ocasiones, una llegada al área con remate alto y otra con una de sus virtudes, la pegada desde fuera del área (zurdazo que envió el meta del Krasnodar a córner). Demostró su calidad en varias acciones de control, pases y rápidos cambios de orientación. Tiene sólo 22 años, cinco temporadas de contrato con el Sevilla y debutó en septiembre con España. El futuro es suyo, pero ya es presente.
8.- El liderazgo de RakiticMarcó, asistió en la falta que supuso el triunfo con el segundo tanto de En-Nesyri y tiró del carro cuando más lo necesitaba el equipo. Ya en Bilbao empezó a verse su mejor versión. Él mismo reconocía en la previa que tiene que aprender a leer el fútbol de Lopetegui tras muchos años impregnado del estilo Barça. Ganas, calidad y algo muy difícil de encontrar y de lo que adoleció el equipo antes del retorno de Monchi: liderazgo.
9.- Brasil mejora a Diego CarlosVolvió a su mejor nivel. Contundente, valiente y rapidísimo. Llegó a un corte que parecía imposible para evitar un remate claro ante Vaclik . Ha estrenado su primera convocatoria con Brasil de forma inmejorable. Le ha motivado la Canarinha.
10.- El debut de Rekik, Jordán, Vaclik y la patada de EscuderoDebutó Rekik. Poco se le pudo ver. Jordán sigue creciendo. Se anticipó de forma genial en alguna jugada y mostró dinamismo y capacidad para distribuir el juego del equipo. Vaclik no pudo hacer nada en los dos primeros goles, hizo un paradón que evitó el 1-3 y midió mal en una salida que acabó con Gudelj sacando el balón bajo palos. Sigue dejando alguna duda. Escudero, por su parte, no estuvo mal, pero tuvo que ser sacrificado por Lopetegui para buscar más mordiente por la banda izquierda con Acuña. Pagó su lógico enfado dando un patada de rabia a una de las vallas de acceso al césped.