La voluntad de Rarkitic y del Sevilla coinciden desde hace mucho tiempo
en la intención de reencontrarse de nuevo en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
El croata nunca ha escondido su deseo de regresar a Nervión y este verano se ha presentado como una posibilidad real, por lo que hace meses que se habla de la posible vuelta del centrocampista.
Le queda sólo un año de contrato y Monchi busca un relevo para Banega, precisamente el jugador que le suplió cuando se marchó al Barça.
Para cerrar este círculo se necesita también la voluntad del Barça, que ponga de su parte para que le cuadren las cuentas al Sevilla, lo que resultaba imposible por las pretensiones iniciales de los azugranas y la alta ficha del jugador. Por ello,
se ha barajado el escenario de esperar a que quede libre el próximo verano, ya con 33 años,
si bien parecía una cuestión de tiempo que en el Camp Nou, ante la necersidad de hacer caja y de deshacerse salarios elevados,
se replantearan su postura y facilitaran la salida de Rakitic, con un comportamiento intachable en los seis años que ha militado en la disciplina barcelonista. Monchi, a sabiendas de que cuenta a su favor con la voluntad férrea de Rakitic de volver, ha decidido esperar, dejar que pasara al tiempo para que la fruta cayera madura por su propio peso.
Así, el diario 'Mundo Deportivo' afirma que
el Barcelona daría por buena a día de hoy una cantidad alrededor de 10 millones para que cumpliera su deseo de regresar al Ramón Sánchez-Pizjuán, montante que quedaría por amortizar entre salario y la anterior renovación del croata.
Esta cifra se aceraracaría al margen de acción financiero de los nervionenses, si bien también precisan un guiño del jugador respecto a su salario. El mismo esfuerzo que realizaría el Sevilla para que se produzca el desenlace deseado, para lo que es vital esta postura del Barça, reflejada en la portada de MD.
En Barcelona entienden que el fichaje realizado en 2014 está más que amortizado y saben que ésta sera la última oportunidad de hacer caja con el croata, si bien
se ha encontrado en todo momento condicionado por la idea firme de Rakitic de salir únicamente para marcharse a Nervión dejando claro que no entraría en ningún tipo de operación.
“
No iré donde sea o me digan. No soy un saco de patatas.
Sería un gran sueño volver al Sevilla”, señaló el internacional ajedrezado, acotando los límites de un Barça abocado básicamente a entenderse con el Sevilla, lo que parece que está en camino. De momento,
tasarlo en ese precio ya es un paso al frente para acercarse a un acuerdo.