Costaron 15 millones de euros cada uno, una cifra que demostraba la altísima confianza que Monchi tenía depositada en
Diego Carlos Santos (ex del Nantes) y en
Lucas Ocampos (del Olympique de Marsella). A día de hoy, justo un año después de ser presentados como flamantes refuerzos del Sevilla FC, el brasileño y el argentino han convertido en
irrisoria la cantidad pagada el pasado verano. Ambos acumulan
pretendientes en toda Europa, clubes pudientes cautivados por su enorme rendimiento esta temporada y a los que no le resulta
nada disuasoria la cifra de 70 millones que haría falta para ficharles.
Ingresar en torno a
140 millones por sólo dos futbolistas es un caramelo difícil de rechazar para un club como el Sevilla FC, que ha basado su espectacular crecimiento en las dos últimas décadas comprando 'barato' y vendiendo muy caro a sus mejores estrellas, que
rara vez han pasado de las dos o tres temporadas en el Sánchez-Pizjuán.
No obstante, algo empieza a cambiar en el seno de conjunto blanquirrojo, cada vez más
predispuesto a reterner a los 'cracks' y con argumentos de sobra para impedir que
Liverpool o
Bayern de Múnich se lleven al argentino o que
el Manchester City y el conjunto bávaro (los últimos en sonar) dejen a Julen Lopetegui sin el central brasileño; sin lugar a dudas una de las sorpresas más agradables que ha dejado LaLiga en esta interminable campaña 2019/2020,
La intensidad de las noticias que llegan desde Inglaterra y desde Alemania anunciando un desembarco de billetes en Eduardo Dato no ha restado confianza en el seno del sevillismo, que considera factible que el Sevilla convenza a Diego Carlos (y a Ocampos) para que siga vestido de blanco y rojo, al menos, durante una campaña más. De hecho, el extremo ya declaró hace unos días que está
"muy bien en el Sevilla" y
mandó un claro mensaje a sus pretendientes.
En la
#EncuestaHelvetiaED propuesta durante toda la jornada del viernes en
www.estadiodeportivo.com, un mayoritario
55 por ciento de los votantes confía en la continuidad del fornido zaguero; frente a un 45 por ciento que ve inevitable que el club acepte vender por cifras que casi doblarían el traspaso más caro de la historia del club: los 40 millones en los que fue valorada la venta de Wissan
Ben Yedder al Mónaco y sin contar en esa operación la decepcionante llegada de
Rony Lopes desde el Principado.
El Sevilla cuenta con
argumentos de sobra para convencer a sus estrellas de que lo mejor para el presente e incluso el futuro a corto plazo de sus prometedoras carreras deportivas es permanecer en Nervión y
seguir creciendo juntos, antes de usar el trampolín del Sánchez-Pizjuán para buscar dar otro paso en un club con mayores aspiraciones. Estos son algunos de los motivos a esgrimir:
1- Gran salto del Sevilla de MonchiMonchi regresó al club de sus amores después de dos años en la Roma "más fuerte y más ambicioso que nunca". Viene dejando claro que busca dar un nuevo giro de tuerca a un club que ha tocado el cielo con él. Resulta difícil pensar en que un club que se ha clasificado para Europa en 16 de las 17 últimas temporadas (siete de ellas para la Champions) y que ha conquistado nueve títulos en ese tiempo pueda crecer aún más. El de San Fernando, sin embargo, lo visualiza. Y si cree Monchi, cree todo el sevillismo.
2- Efecto llamadaEn la línea del punto anterior, Monchi se ha ganado contar con el tope de credibilidad. Su palabra tiene predicamento en el vestuario y, por si hace falta otro motivo extra, ahí están los hechos. Revolucionó la plantilla entera, realizó una quincena de fichajes y más de 20 salidas, dio la batuta a Julen Lopetegui y el equipo ha sorprendido con creces. Sólido, casi imposible de vencer, trabajadísimo táctica y fisicamente... Todos los jugadores están rindiendo a un nivel muy alto y eso es un motivo de peso para quedarse. El club demuestra que pueden seguir creciendo aquí.
3- Suena la música de la ChampionsLa primera garantía de que el Sevilla seguirá creciendo la próxima temporada en torno a una solidificada base es su billete matemático para competir en la próxima edición de la Champions League -aún lucha por acabar LaLiga tercero-, lo que dará ingresos para poder retener a los baluartes de este proyecto y para sumar
a otros futbolistas de primer nivel que sigan elevando el rendimiento del equipo.
4- Primera temporada en una gran liga: prudenciaSólo seis partidos de Champions ha podido jugar Ocampos. Diego Carlos ni siquiera ha debutado en la máxima categoría continental. Están felices en un vestuario que funciona como una pequeña familia, están motivados y halagados por ver sus nombres asociados a los clubes más grandes del planeta y no se cierran puertas; pero mantienen los pies en el suelo y son conscientes de que la 19/20 ha sido su primera experiencia en una de las cinco grandes ligas. Si en su primer año y compitiendo en la Europa League ya han llamado la atención, saben que el escaparate será aún más llamativo en una ilusionante 20/21.
5- Año de Copa América y Juegos OlímpicosEl último punto lo tienen muy presente todos los futbolistas del mundo. El coronavirus ha puesto unas condiciones muy especiales en este mercado estival, por lo mucho que ha estirado las competiciones y por la austeridad que exige la crisis económica mundial. Además de eso, la 20/21 debe ser el año de la normalidad en todos los sentidos. Hay Eurocopa, Juegos Olímpicos y, en el caso de Ocampos y Diego Carlos, también habrá Copa de América. Y eso obliga a pensar bien el próximo movimiento. El argentino, máximo goleador del Sevilla este curso, ha dado el salto a la titularidad en la albiceleste este mismo año. El brasileño, por su parte, aún aguarda una oportunidad con la 'canarinha' que está al caer. En un equipo más mediático llamaría más la atención, pero la regularidad y el nivel que tiene en Nervión son difíciles de superar. En los años de grandes citas es mejor asegurar.