Reconoció
Julen Lopetegui el pasado lunes que les “preocupaba especialmente” (tanto a él como a su cuerpo técnico) algún jugador que “esté solo y no tiene a la familia” en Sevilla, aunque por lo general “están siendo fuertes mentalmente”. “Algunos son chavales, esto pondrá a a prueba su fortaleza mental, no voy a dar nombres pero saldremos más fuertes de esto. Hay que evadir un poco la cabeza, por encima de todos somos padres, hijos o nietos”, apostilló el técnico de Asteasu, que está diariamente en contacto con la plantilla del Sevilla FC y con su grupo de trabajo, así como con
Monchi.
Y es que la cuarentena, como para el resto de la población en general, no está siendo sencilla para el plantel sevillista, sufriéndola más unos que otros. Especialmente inoportuna, sin ir más lejos, está siendo para el internacional español, de origen marroquí,
Munir El Haddadi, quien está alargando más de la cuenta su ostracismo por culpa del Covid-19.
Una pandemia que le ha privado de optar a un puesto en el once titular de
Julen Lopetegui, algo de lo que el preparador sevillista le viene apartando desde el pasado 30 de enero, cuando fue señalado (junto a Banega y Koundé) en el descanso de la eliminatoria copera ante el Mirandés, en la que el
Sevilla FC acabó siendo apeado a la postre de la competición.
Desde entonces, ocho partidos consecutivos sin haber rascado ni un sólo minuto (seis de LaLiga y la doble eliminatoria europea frente al Cluj rumano), no habiendo entrado ni siquiera en la convocatoria en seis de ellos.
Alargado el estado de alarma en España hasta el próximo 11 de abril, por el momento, todo apunta a que el canterano culé se llevará como mínimo dos meses y medio sin competir de manera oficial, una cuarentena doble que, eso sí,
Munir el Haddadi está intentando aprovechar al máximo con la intención de no perder el tono físico y volver, si la pandemia lo permite, en el mejor estado de forma posible en relación a sus compañeros de vestuario.
Mientras tanto,
Munir trabaja en casa, donde, a diferencia de algunos compañeros, sí cuenta con la compañía y apoyo de su familia al completo, lo que siempre es de agradecer en un momento tan delicado como éste. Concienciado como el que más, sigue centrado en su idea de trabajar duro para volver a contar con una oportunidad, como viene demostrando en sus redes.
La próxima temporada
Por confirmarse aún que pueda finalizarse la temporada con normalidad, los clubes empiezan a pensar en la planificación de la 20/21. Y el sevillista
Munir, sin muchas oportunidades en este último tramo disputado, se presenta como una ‘perita en dulce’ para muchos equipos. Su continuidad, con Lopetegui en el banquillo sevillista, no está para nada asegurada más allá del verano. Llegó por poco más de un kilo, por lo que el negocio, en cualquiera de los casos, está prácticamente asegurado. Tiene mercado de sobra.